Ante la primera fase de reactivación en los sectores de infraestructura, pesca y minería encontraron como principal desafío la adaptación a los requisitos del Gobierno, los cuales fueron calificados como normas complicadas y difíciles para acogerse, durante el CADEx entablado por AFIN, la Sociedad Nacional de Pesquería y la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.
Para la presidenta de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), Leonie Roca, las reglas del juego se tornaron complicadas en las primeras semanas de la emergencia, por lo que las empresas a su disposición tuvieron que replicar protocolos empleados en el extranjero.
‘’La clave fue fortalecer la comunicación interna y promover el monitoreo para acabar con conductas que podrían propiciar contagios, como beber de un vaso compartido (…) además de implementar por decisión propia el triaje de trabajadores a diario para ubicar casos de coronavirus’’, comenta, no sin antes resaltar que las normas adicionales de algunos organismos reguladores, interceden pese a haber sido desestimadas o sean contraproducentes.
‘’Es importantísimo el servicio de comunicación, pero no es normal que insistan que los operadores usen guantes cuando otra norma dice otra cosa. Se debe empezar a flexibilizar este tema en telecomunicaciones, piden que se haga delivery de internet móvil solo con personal propio. Se entiende si la empresa que brinda logística no tiene a su personal debidamente formalizado, pero lo cierto es que estas operadoras no tienen repartidoras propias’’, agrega.
Asimismo, en la industria pesquera también se tendieron reglamentos de prevención autoregulados – previa coordinación con Produce – porque el estallido de la cuarentena coincidió con el tiempo de mantenimiento de flota y planta, el cual fue clave para trabajar en los procedimientos para la primera fase de reactivación.
‘’Fue complicado en un principio por los ‘tubos’ del Estado pero tuvimos el soporte de los ministerios para poder consignar protocolos’’, dijo Cayetana Aljovín, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería.
Por otro lado, Pablo de la Flor, director de la SNMPE, expresó que hay 19 empresas que aprobaron los planes del Gobierno y vivirán un proceso de transición complejo.
‘’Hay un excesivo burocratismo, los cuales son gravosos y carecen de fundamentos técnicos. Tienen que ser los protocolos mineros aprobados por el Minem, luego colgados al sistema del Minsa. No se entiende el exceso de pasos’’, subrayo el funcionario.
Además, otro de los cuellos de botella para el sector minero son los impedimentos subregionales como las restricciones de transporte, tranqueras y demoras en provisión de insumos para las empresas que apoyan al sector.
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