Hacen una pausa. Este miércoles, Estados Unidos y China suspendieron temporalmente la guerra comercial que tienen desde hace más de un año, aunque todavía sin llegar a un acuerdo definitivo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que aplazará hasta el 15 de octubre el aumento de aranceles contra productos chinos por 250.000 millones de dólares “en señal de buena voluntad”.
“A pedido del viceprimer ministro de China Liu He y ante la celebración, desde el 1 de octubre, del 70 aniversario de la República Popular de China, hemos acordado, en señal de buena voluntad, aplazar el aumento de derechos aduaneros (de 25% a 30%) sobre los productos (chinos) equivalentes a 250.000 millones de dólares hasta el 15 de octubre”, tuiteó el mandatario estadounidense.
En tanto, China había anunciado previamente la cancelación de aranceles contra 16 categorías de productos de Estados Unidos, con la finalidad de aliviar la presión sobre los fabricantes y profesionales chinos, los más perjudicados por los aranceles.
Las exenciones del gobierno chino serán efectivas desde el 17 de septiembre de 2019 hasta el 16 de septiembre de 2020. Los productos beneficiados van desde pesticidas hasta lubricantes, pasando por productos farmacéuticos y alimentos para peces, anunció la Comisión de Aranceles de China.
La medida anunciada es un gesto de buena voluntad hacia Trump, pero Pekín seguirá gravando la mayoría de las importaciones de Estados Unidos, incluidas la soja y la carne de cerdo.
El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo el viernes pasado que la reanudación de las conversaciones en octubre es “positiva”, pero se negó a vaticinar un resultado.
"No puedo predecir el resultado de estas nuevas negociaciones", insistió, ya que las rondas de encuentros pasadas se cerraron sin acuerdo.
La guerra comercial, que ralentiza el crecimiento económico mundial, afecta cada vez más a China.
Desde mayo, Pekín recibe solicitudes de empresas para que levante los aranceles del 25% que aplica desde el año pasado a una serie de productos estadounidenses. Las exenciones anunciadas el miércoles son las primeras desde entonces.
El pesimismo también se adueña de las compañías estadounidenses presentes en China, según la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Pekín.
Una cuarta parte espera que su facturación se reduzca este año, cuando en 2018 solo era el 6,1%. El 47% planea aumentar sus inversiones en el país asiático contra 61,6% en 2018.
Y todo podría empeorar, ya que Trump dijo que para fin de año estarán gravadas todas las importaciones de China, que en 2018 fueron de unos 540.000 millones de dólares.
Fuente: AFP