Por: Roger Silvaerick villalobos
A los 15 años su padre le dijo que debía bajar de peso y practicar algún deporte. A diferencia de la mayoría de peruanos, José María Lúcar no quiso el fútbol y optó por el boxeo. A veces los golpes son la solución, pero dentro de un ring y representando al país para conseguir la gloria.
Más allá de que su familia no estuvo de acuerdo con su decisión inicial, el tiempo le dio la razón, ya que se convirtió en el primer peruano en conseguir una medalla de bronce en la categoría 91 kg en unos Juegos Panamericanos.
¿Cuánto pesabas que, prácticamente, te obligaron a hacer un deporte?
Me encontraba muy subido de peso. Llegué hasta 125 kg. Era el motivo perfecto para comenzar a hacer deporte y elegí el boxeo ya que mi padre lo había practicado en su juventud.
¿Cómo fue tu primera vez haciendo boxeo?
Vi a todos los muchachos que entrenaban. También vi a los de la selección y me gustó a pesar que era un mundo desconocido para mí. Nunca había frecuentado el boxeo. Sentí que era lo que me gustaba.
Has entrado en la historia del deporte peruano como el primer medallista panamericano en peso alto…
No teníamos pesos altos en Perú. El más recordado es Mauro Mina, pero él era semipesado. En mi categoría no hay. Me hace muy feliz formar parte de esta historia y de dejar un precedente para los que vienen detrás.
¿Pertenecer a un peso alto te trae problemas para entrenar en Perú?
Yo, para mi categoría, soy bajo. Mis rivales están casi del metro noventa para arriba, pero tengo a mi compañero Luis Muñoz que me ayuda a practicar. Luego no tengo a nadie más por eso que en las bases de entrenamiento en el extranjero tengo que aprovechar al máximo.
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Estuviste cerca de llegar a la final en Lima 2019.
Se pudo llegar a la final. En las semifinales me ganaron bien, pero tampoco es que haya sido una diferencia abismal. Se tiene que seguir trabajando. Yo estoy en la selección desde el 2012 y muchas peleas fuertes con rivales experimentados; muchas derrotas, y cuando tú eres una persona que empieza mal, el apoyo es escaso y el factor familia es muy importante para alimentarte en ese aspecto.
¿Cuál es la sensación que te dejaron estos Panamericanos Lima 2019?
A mí, en lo personal, fue una revancha. En el 2013 peleé en los Juegos Bolivarianos 2013 y perdí en el primer round. Yo no podía dejar el boxeo hasta que me reivindicara y quería dejar un buen papel ante mi público y creo que lo hice. Demostré que pude superarme.
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¿También por el tema de que te retiraste un tiempo del boxeo?
Básicamente se debió a la desafiliación de la AIBA que tuvo la Federación. Yo llevaba sin competir cuatro años y eso me desanimó mucho. Dejé de entrenar y ver otros deportes, pero nada era igual. Para mí la palabra “boxeo” significa mucho. Ya en el 2017 volvimos a estar afiliados y pude volver a competir.
Ahora ya con la medalla en las manos, ¿el siguiente objetivo es Tokio 2020?
La preparación continúa. Nuestro evento fundamental del año era Lima 2019, ahora son los Juegos Olímpicos, pero para poder ir tengo que clasificar. Tenemos que ir a varios eventos de clasificación y el próximo año hacer una base de entrenamiento en Colombia o Cuba para reforzar lo que venimos haciendo.
¿Cuán importante fue el tener a ‘Chiquito’ Rossel como entrenador?
Él es muy amigo, muy comprensivo y ha caminado mucho, ha recorrido mucho ring tanto como amateur y profesional. Él es una persona serena.
Para que el boxeo siga creciendo, ¿un punto fundamental es que pasen al CAR de San Luis?
El presidente del IPD, Sebastián Suito, se portó muy bien con nosotros. Mis compañeros y yo nos reunimos con él y le comentamos los problemas que tenemos en La Bombonera y él, preocupado por eso, quiere llevarnos al CAR de la Videna. Nosotros queremos estar en ese ambiente para seguir dándole logros al país.
- Premio. Sobre el departamento que le entregan por la medalla, señaló: “Una vivienda es importante. Mi familia y yo alquilamos. Mis padres no están bien de salud y todo este esfuerzo que ellos han hecho, creo que ahora puede ser recompensando”.