¡No es un adorno! Además del lápiz, borrador, tajador o goma, la regla es uno de los útiles escolares que siempre has llevado en tu cartuchera o mochila al colegio o instituto, y que probablemente tengas en el escritorio de tu oficina. Pero ¿alguna vez te has preguntado para qué sirve el pequeño agujero que posee en una de sus esquinas? Si pensaste que las diferentes marcas como Faber-Castell, Vinifan o Artesco añadieron este círculo por estética, estás equivocado. Este cumple una función particular y aquí te lo contamos.
Ya sea una regla de plástico o metal de 20, 30 o 60 centímetros, todos cuentan con un orificio ubicado en uno de sus lados; sin embargo, la mayoría desconoce cuál es su verdadero uso.
Es probable que en el colegio hayas usado esta pequeña abertura en forma de círculo que poseen estos objetos para encajar la punta de un lápiz y darle vueltas hasta que se te caiga al piso; no obstante, este desempeña una función práctica a la hora de ser guardados.
Este orificio fue diseñado para colgar la regla en la pared. Aunque las de 20 y 30 cm caben con facilidad en una cartuchera o mochila, aquellas con mayor longitud —como las de 60 cm o un metro—resultan incómodas al guardarlas en el escritorio.
La mayoría de estos útiles tienen una pequeña abertura en uno de sus lados. Foto: El Mundo
Por ello, y para evitar que ocupen tanto espacio en la oficina o el taller, se crearon estos pequeños orificios. Solo debes tener un clavo u otro objeto en la pared para poder colgarlas.
Pese a que este resulta poco práctico en las reglas de menor tamaño, algunas empresas de útiles escolares mantienen este clásico diseño.
Esa pequeña ranura, también conocida como "nariz de cerdo", fue pensada para llevar todas las cosas que no caben en la mochila, como por ejemplo un jockey o las mismas zapatillas. Así se ahorraba aplastarlo para que entrara en el bolso y, en el caso de las zapatillas, manchar todo lo demás.
Las mochilas tienen una ranuras en la parte exterior. Foto: Marca
El contenido de estas bolsitas tiene como principal propiedad remover la humedad de los productos que estén colocados alrededor. Es muy común encontrarlos con los zapatos nuevos, pero también en otro tipo de prendas, productos y hasta maquinaria.
En un comienzo los jeans tenían un gran problema, pues las costuras se rompían en muy poco tiempo. Para solucionar este inconveniente, en 1872, Jacob Davis le propuso a Levi Strauss una solución: añadir remaches a los bolsillos de los jeans. Estos pequeños botones de cobre aumentaban la resistencia y durabilidad de los vaqueros.