La era de los remakes vuelve a hacer de las suyas. "Peter Pan y Wendy", el nuevo live action de Disney, generó cierta polémica por su versión afroamericana de Campanita, pero la verdad es que el principal problema de la cinta no es el cambio de etnia de algunos personajes, sino la enorme carencia del espíritu del clásico animado. Sucede que, aunque el director David Lowery logra profundizar un poco más en los personajes, el resultado final no es del todo convincente y termina volviéndose una historia sin mucha gracia y plana en varios momentos.
El problema del Peter Pan de Alexander Molony —más allá de su etnia, que pareció molestar a muchos— es que le falta demasiado carisma. El actor hace un buen trabajo y se nota que se esfuerza, pero al final los zapatos del niño que nunca crece le terminan quedando grandes al punto de parecer más un pariente del personaje y no él mismo. Con decir que hasta Campanita tiene más gracia.
Todo lo contrario ocurre con el capitán Garfio y Wendy, interpretados por Jude Law y Ever Anderson Jovovic, quienes hacen un trabajo muy decente y que salvan a la película cuando de momentos de vulnerabilidad se trata. De hecho, llega hasta a haber una dualidad entre ambos que realmente aporta algo interesante y sentimental a la trama. Una lástima que no hayan podido hacer lo mismo con Pan.
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Se nota que David Lowery —director de la maravillosa "A Ghost Story", de 2017— no quiso calcar al pie de la letra la animación y eso se agradece. Aquí estamos frente a una película que, si bien guarda en cierta manera su propio sello, termina perdiendo por completo el espíritu del clásico. Este filtro verdoso que se nota, sobre todo, en las escenas que ocurren en exteriores le da un tono de seriedad que no va acorde con el filme.
El remake de Peter Pan no ha agradado del todo a la crítica. Foto: composición LR/Disney+
Los números musicales están bien. Por ejemplo, el primero, en el que Peter saca a Wendy y sus hermanos de la casa y los lleva al País de Nunca Jamás, es un inicio súper mágico que, lamentablemente, va decayendo conforme avanza el filme. Precisamente, esa isla donde transcurre la mayor parte de la cinta se siente apagada y sin corazón. Por suerte, los minutos finales logran cerrar decentemente la película con una secuencia de acción y un momento emotivo entre Peter, Wendy y Garfio.
Solo recomendaría esta película para ver un domingo en familia si es que deseas aprovechar tu suscripción a Disney+. Por último, recalco que, a pesar de que no es una mala cinta, sí se queda corta en comparación con lo que podría haber sido.