Pese a sus cortos 25 años, Anya Taylor-Joy es una de las actrices más prometedoras en Hollywood. Su destacada presencia en filmes como The Witch y Fragmentado le han valido gran reconocimiento en la industria cinematográfica. Su actuación en Gambito de dama le permitió alcanzar un público aún más amplio y la popularidad del título le ha permitido una nominación a los premios Emmy 2021 en la categoría mejor actriz en una miniserie.
Gambito de dama es protagonizado por Anya Taylor-Joy. Foto: Netflix
Pese al éxito de la producción de Netflix, la actriz de raíces argentinas no estuvo tan cómoda durante el proceso de rodaje. Taylor-Joy concedió una entrevista a la publicación británica Tatler, en donde confesó los altibajos que tuvo que enfrentar a raíz de su creciente fama.
“Sobreviví con Coca-Cola light, cigarrillos y café, y al final, pensé ‘necesito comer algo de verdura’”, precisó. No obstante, Anya relató que logró sobreponerse y tuvo que adoptar una rutina que le permitiera liberarse de las preocupaciones que le estaban afectando. En ese sentido, explicó que entra a una habitación oscura y escucha música en aleatorio en unos audífonos que tienen cancelación de sonido.
“Eso y dar puñetazos a las almohadas es lo mejor para todo. Para cualquier problema que tengas, haz una de ellas durante un tiempo y te sentirás mejor. La nueva sección de mi vida (Gambito de dama) para la que no estaba preparada a veces me hacía sentir bastante impotente y eso es algo que me ha ayudado. Puedo enfrentarme a algo una vez que lo he entendido, pero cuando está sucediendo da miedo y te sientes muy fuera de control”, detalló.
Abandonada y confiada a un orfanato de Kentucky a finales de la década de 1950, Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) descubre su asombroso talento para el ajedrez, al tiempo que desarrolla una adicción a los tranquilizantes proporcionados por el Estado como sedante para los niños. Atormentada por sus demonios personales y alimentada por un cóctel de narcóticos y obsesión, Beth se transforma en una marginada impresionantemente hábil y glamurosa mientras está decidida a conquistar los límites tradicionales establecidos en el mundo del ajedrez de competición, dominado por los hombres.