Científicos del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen, perteneciente a la Academia China de Ciencias (CAS), han alcanzado un avance significativo en la lucha contra el cáncer. Mediante biología sintética, investigadores chinos modificaron la bacteria Salmonella typhimurium y desarrollaron la cepa DB1 (Bacteria de Diseño 1), capaz de penetrar en tumores sin afectar los tejidos sanos.
El estudio, publicado en Cell, mostró que DB1 redujo el tamaño de tumores de cáncer colorrectal, melanoma y cáncer de vejiga en un 80%, con el cual logró una tasa de supervivencia del 100% en ratones. Además, los animales tratados con esta terapia mostraron inmunidad contra la reaparición de la enfermedad, lo que abre la puerta a una posible vacuna contra el cáncer.
El estudio, liderado por Liu Chenli, de la CAS, y Xiao Yichuan, del Instituto de Nutrición y Salud de Shanghái, explica cómo la terapia bacteriana podría convertirse en una alternativa efectiva al tratamiento del cáncer.
Las bacterias fueron modificadas para detectar y colonizar tumores, aprovechando su microambiente tumoral. En apenas tres días, el 99,9% de las células de DB1 estaban dentro del tumor, donde proliferaron sin ser eliminadas por el sistema inmunológico. Al mismo tiempo, la bacteria liberó compuestos que destruyeron las células malignas y activaron el sistema inmune del huésped.
El tratamiento también logró evitar la metástasis, reduciendo los nódulos tumorales pulmonares en un 90%. Su capacidad para eliminarse de los tejidos sanos disminuye los riesgos de efectos secundarios, una de las principales barreras de las terapias actuales.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio fue el papel de la interleucina-10 (IL-10) en la activación de las células T CD8+, responsables de combatir tumores. Se descubrió que IL-10 ayuda a estas células a "memorizar" la presencia de cáncer y reaccionar más rápido ante futuros brotes, lo que sugiere un potencial efecto preventivo.
En la actualidad, los investigadores están avanzando hacia ensayos clínicos para evaluar la seguridad de esta terapia en humanos. Si se confirma su eficacia, este método podría transformar el tratamiento del cáncer al integrar inmunoterapia con bacterias bioingenierizadas, el cual representará una alternativa personalizada y de larga duración.