Charles Buhler, ingeniero que ha trabajado en la NASA y fundador de Exodus Propulsion Technologies, ha presentado un innovador motor que no requiere combustible para funcionar. El dispositivo, que convierte electricidad en empuje, desafía las leyes tradicionales de la física y promete cambiar la forma en que se realizan los viajes espaciales. La presentación del avance tuvo lugar en la Conferencia sobre Energía de Propulsión Alternativa (APEC), un evento que reúne a expertos en nuevas tecnologías de propulsión.
Aunque actualmente se encuentra en una fase de desarrollo inicial, Buhler asegura que, de perfeccionarse, su motor podría ser utilizado durante los próximos años para la exploración espacial. “Existen reglas que incluyen la conservación de la energía, pero si se aplican correctamente, se pueden generar fuerzas que la humanidad no ha creado nunca antes”, dijo el ingeniero al portal especializado The Debrief. “Será esta fuerza la que utilizaremos para propulsar objetos durante los próximos 1.000 años… hasta que llegue la siguiente cosa”, resaltó.
El diseño del motor presentado por Charles Buhler basa su funcionamiento en un principio sorprendente: convertir la electricidad en empuje sin la necesidad de combustible. En lugar de expulsar masa para generar propulsión, como lo hacen los motores tradicionales, el dispositivo utiliza fuerzas electrostáticas para mover un objeto. Esto desafía las leyes convencionales de la física, que establecen que un sistema debe expulsar masa para producir impulso.
Según el diseño de Buhler, el motor genera empuje al manipular una nueva fuerza fundamental, aún no completamente comprendida por la comunidad científica, que aprovecha los campos eléctricos. Esta tecnología permite que el dispositivo produzca una fuerza sin necesidad de combustión ni propulsores químicos, eliminando uno de los mayores obstáculos en los viajes espaciales actuales: el peso y el costo del combustible.
El concepto de propulsión sin combustible ha generado escepticismo en la comunidad científica, pero Buhler está convencido de que su motor representa un avance significativo. Con una potencia inicial de 10 milinewtons, este motor todavía no puede elevar objetos en la Tierra, pero su desarrollo podría llevar a la creación de dispositivos capaces de superar la fuerza gravitatoria terrestre.
Durante su participación en la Conferencia sobre Energía de Propulsión Alternativa (APEC), Buhler explicó que su motor se basa en una nueva fuerza de la naturaleza que se activa mediante electricidad. “Este descubrimiento de una nueva fuerza es fundamental, ya que los campos eléctricos por sí solos pueden generar una fuerza sostenible”, afirmó Buhler en su presentación, destacando la importancia de este hallazgo para el futuro de los viajes espaciales.
Buhler también reconoció que el desarrollo de su motor ha sido el resultado de años de investigación en electrostática. Él y su equipo han pasado más de dos décadas investigando diferentes métodos de propulsión sin combustible antes de llegar a la conclusión de que la clave estaba en los campos eléctricos. Este descubrimiento ha permitido a Exodus Propulsion Technologies avanzar en la creación de un motor que no solo genera empuje, sino que lo hace de una manera que hasta ahora parecía imposible.
Además, Buhler detalló que su equipo incluye ingenieros y científicos con experiencia en proyectos de alto nivel de la NASA, así como de empresas como Blue Origin y ExxonMobil. Este grupo ha estado trabajando meticulosamente para perfeccionar los experimentos que les han permitido alcanzar estos avances.
Buhler es un ingeniero que ha trabajado en la NASA y ha cofundado Exodus Propulsion Technologies. Foto: Exodus Propulsion Technologies
A pesar de la emoción que ha generado el motor sin combustible, Buhler ha dejado claro que su dispositivo aún no está listo para la producción a gran escala. Actualmente, el motor es capaz de generar una fracción mínima de la fuerza necesaria para superar la gravedad terrestre. Sin embargo, los avances recientes sugieren que están en el camino correcto. En las pruebas realizadas en 2022 y 2023, el equipo responsable observó un incremento en la fuerza generada por el motor, alcanzando una gravedad de empuje completa, suficiente para contrarrestar la gravedad de la Tierra.
El siguiente paso para Buhler y su equipo es llevar los experimentos al espacio. Para ello, buscan financiación que les permita probar el motor en condiciones de vacío similares a las del entorno espacial. El objetivo es demostrar que el motor puede funcionar eficazmente fuera de la Tierra. Aunque aún queda mucho por investigar y perfeccionar, la posibilidad de utilizar electricidad para propulsar naves sin combustible representa un avance que podría transformar la exploración espacial.