Poco a poco, el telescopio James Webb cumple con lo que la NASA prometió desde su lanzamiento en 2021: ser los ojos de la humanidad en el universo profundo. Los astrónomos han analizado el conjunto de datos extraídos por el instrumento óptico de última generación y el Observatorio de Rayos X Chandra. Concluyeron que desde la Nebulosa del Cangrejo se gestan chorros de energía producto de la danza frenética de una estrella de neutrones.
La Nebulosa del Cangrejo o M1 se ubica en la constelación de Tauro, a 6.500 años luz de distancia. En su centro hay un residuo estelar de una supernova que gira 30 veces por segundo, rodeada por una fantasmal capa de gas. El comportamiento de la estrella de neutrones ha cambiado drásticamente con el tiempo: ¿por qué los científicos están intrigados?
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Las imágenes del telescopio espacial James Webb (JWST) y del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA se han 'fusionado' para ofrecer una nueva visión de la estrella de neutrones en la Nebulosa del Cangrejo, uno de los remanentes de supernova más luminosos del cielo nocturno. Las nebulosas son sectores intergalácticos que se conforman por gases como el hidrógeno y el helio, así como por polvo cósmico. De allí nacieron las estrellas que divisamos.
Aunque la Nebulosa del Cangrejo explotó en una supernova en el lejano año 1054 d. C., en un evento visible desde la Tierra, los vestigios de su explosión continúan siendo estudiados por los científicos.
Recientemente, el JWST capturó imágenes detalladas de la Nebulosa del Cangrejo, mientras que los datos del Chandra han revelado cambios llamativos en la estrella de neutrones central, conocida como púlsar, objeto que dispara ráfagas de radiación electromagnética. Este púlsar gira 30 veces por segundo, emitiendo un haz de radiación en cada rotación, similar a un faro. Incluso algún punto de su superficie puede llegar a moverse a una velocidad de 70.000 kilómetros por segundo.
Esta es una imagen compuesta en mosaico, tomada por el telescopio espacial Hubble, de la Nebulosa del Cangrejo, un remanente de seis años luz surgido por la explosión de una supernova, según la NASA. Foto: NASA/ESA
Las observaciones de Chandra muestran que la energía del púlsar genera una onda de choque que se expande a través de la nebulosa, la cual tiene un diámetro de 11 años luz. Este choque se manifiesta como un anillo visible en la imagen, junto con chorros de partículas emisoras de rayos X provenientes de los polos del púlsar.
Los datos de Chandra han sido utilizados para crear una película que ilustra el movimiento del anillo y los chorros de rayos X en la Nebulosa del Cangrejo a lo largo de 22 años. Los científicos planean continuar con la recopilación de datos para seguir estudiando los cambios en el púlsar.
En 2023, el telescopio espacial James Webb de la NASA había revelado la imagen más detallada de la Nebulosa del Cangrejo. Esta captura muestra filamentos de gas con detalles nítidos y la luz de los granos de polvo brillando en amarillo, blanco y verde. El resplandor ahumado azul-blanco visible en la imagen es la radiación producida por partículas cargadas que interactúan con el campo magnético del púlsar.
Imagen tomada de la Nebulosa del Cangrejo por James Webb en espectro infrarrojo. Foto: NASA/ESA/CSA
La foto del James Webb superó a la capturada por el telescopio espacial Hubble en 2005. Con un espejo de 6,5 metros, el observatorio lanzado el 25 de diciembre de 2021 tiene seis veces más capacidad de recolección de luz que el Hubble. Su tecnología para detectar objetos cósmicos en el espectro infrarrojo le permite 'despejar' el polvo y gas que bloquean la luz visible.
La Nebulosa del Cangrejo puede observarse desde el hemisferio norte con binoculares o un pequeño telescopio. Se encuentra entre las estrellas Betelgeuse en Orión y Capella en Auriga. Este nombre proviene de un dibujo realizado por el astrónomo irlandés Lord Rosse en 1844, quien observó la nebulosa a través de un telescopio de 36 pulgadas.