¿Quién no se ha intrigado por el comportamiento de los gatos? Esta vez, dejaremos de lado sus actitudes misteriosas para analizar descubrimientos científicos con base en su genética. Un equipo de investigadores del Departamento de Genética Médica y Clínica de la Universidad de Helsinki (Finlandia), en colaboración con expertos de EE. UU. y el Reino Unido, describió una clase de gato que puede cambiar su color de pelaje.
Esta peculiaridad del gato salmiak, variedad doméstica de Finlandia, responde a una mutación genética única, lo que les permite modificar el patrón de sus colores, algo "desconocido" si solo nos referimos a ese país europeo. En esta nota, te explicamos los detalles de este nuevo estudio científico que nos hace entender mejor el mundo curioso de los mininos.
Coloraciones prominentes de los gatos salmiak. Se hicieron análisis de ADN para investigar su pasado genético. Foto: Anderson et al., Animal Genetics
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Un equipo de científicos en Finlandia ha identificado una nueva variedad de gato que presenta una diferenciación única: un pelaje 'esmoquin blanco y negro', que cambia gradualmente de negro a blanco, desde la base hasta la punta. Este fenotipo (características observables de un organismo) ha sido denominado "salmiak". La investigación, publicada en la revista Animal Genetics, indica que esta variación es el resultado de una mutación genética inédita.
El primer avistamiento de estos gatos ocurrió en 2007 en el centro de Finlandia, tal y como se menciona en el estudio de Animal Genetics. Los residentes comenzaron a encontrar gatos con esta coloración. Además de su distintivo pelaje, estos animales domésticos suelen tener colas blancas o casi blancas y ojos amarillos o verdes. El patrón salmiak es más evidente en gatos de pelaje negro, aunque también se ha observado en mininos de otros colores.
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"Anteriormente, las gatas de color salmiak se consideraban posiblemente infértiles únicamente debido a la baja prevalencia mantenida de este color de pelaje en la población de gatos, pero una observación reciente de una gata de color salmiak que dio a luz a cuatro gatitos refutó esta creencia", explicaron los especialistas.
La llamativa apariencia de estos gatos los hizo rápidamente populares como mascotas. Para entender mejor su pelaje único, los investigadores tomaron muestras de sangre de cinco gatos salmiak y analizaron el ADN de cuatro de ellos. Aunque al principio no encontraron mutaciones conocidas que explicaran la tonalidad del pelaje, la secuenciación completa del genoma reveló una deleción (pérdida de un fragmento de ADN en un cromosoma) en el gen KIT, crucial para la coloración en distintos animales.
Los científicos analizaron la genética de 180 gatos finlandeses e incluyeron algunos con el fenotipo salmiak. Descubrieron que los gatos con dos copias de la mutación presentaban el patrón distintivo, mientras que aquellos sin el patrón tenían una sola copia o ninguna. Esto no solo confirmó que la mutación es la responsable del peculiar color del pelaje, sino que también es recesiva: requiere que ambos padres porten al menos una copia de la variante para que un gato sea salmiak.
Aunque aún no se sabe si el gato salmiak será reconocido oficialmente en los registros de gatos con pedigrí, su distintivo pelaje ya ha conquistado a los amantes de estos peludos animales.
Dependiendo de la crianza, incluso de si están esterilizados o no, los gatos pueden ser ariscos o cariñosos. Foto: Mundo Deportivo/EFE
Según un artículo publicado por la revista Scientific Reports en 2020, la mejor forma de establecer un vínculo afectivo con nuestros gatos es entrecerrar los ojos y parpadear. La risa felina, precisamente, consiste en la combinación de esos gestos. Al imitarlos, estamos contribuyendo a ganarnos su confianza. Al contrario, ellos creen que la mirada fija significa amenaza.
“Como alguien que ha estudiado el comportamiento animal y es dueño de un gato, es genial poder demostrar que los gatos y los humanos pueden comunicarse de esta manera”, dijo la psicóloga Karen McComb, de la Facultad de Psicología en la Universidad de Sussex, en el Reino Unido.