La Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado a conocer el segundo grupo de imágenes que ha podido captar el telescopio espacial Euclid, con retratos sin precedentes del espacio exterior. Este instrumento, diseñado para explorar el entorno del universo, ha revelado detalles impresionantes sobre galaxias, cúmulos y materia oscura.
Ubicado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, el telescopio espacial Euclid ha proporcionado imágenes de alta resolución que permiten un mejor análisis de lo que rodea al universo y a los cuerpos celestes que lo integran, ya que cuenta con un amplio campo de visión y capacidad para detectar luz invisible. De esta forma, obtiene tomas sin precedentes del cosmos.
Euclides ha podido enfocar diversos cuerpos celestes en el espacio, destacando el cúmulo de galaxias Abell 2390. Este colosal conglomerado, ubicado a 2.7 mil millones de años luz de la Tierra, contiene más de 50,000 de ellas. La imagen capturada por Euclides no solo muestra galaxias brillantes, sino también las trazas de materia oscura que rodean el cúmulo. La materia oscura, a pesar de ser invisible, se puede detectar por su influencia gravitacional; sin embargo, sigue siendo objeto de estudio en el campo astronómico.
El telescopio ha podido observar, además, una espiral similar a la Vía Láctea situada a una distancia considerable en relación con el instrumento de medición, brindando la posibilidad de registrar de forma precisa rasgos relacionados en cuanto a estructura y composición. Los astrónomos buscan analizar los datos recopilados por Euclid para comprender mejor la evolución de estas gigantes cósmicas.
Una de las imágenes que pudo captar el telescopio Euclid. Foto: ESA
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Euclid, además de ser un telescopio espacial, es una herramienta científica que cuenta con características que lo diferencian de cualquier otro objeto de medición en el espacio. Cuenta con una gran capacidad para detectar luz infrarroja y ultravioleta, lo que permite apreciar cosas que no se pueden registrar a simple vista. Además, debido a su ubicación en el espacio, lejos de la contaminación lumínica de la Tierra, garantiza imágenes nítidas y detalladas.
La misión de Euclid, según información de la Agencia Espacial Europea, se extenderá durante los próximos 6 años, en los cuales proyecta cartografiar aproximadamente 2,000 millones de galaxias en un tercio del cielo. Su objetivo es comprender la energía oscura, que constituye aproximadamente el 68 % del universo, y la materia oscura, que representa el 27 %. Estos componentes invisibles son fundamentales para la estructura y evolución del cosmos.
Imágenes del telescopio espacial Euclid antes de ser lanzado al espacio. Foto: ESA
Los científicos esperan que Euclid revele aún más hallazgos en el espacio exterior en los próximos años, ya sean posibles formaciones de estrellas o, tal vez, la expansión del universo. Este telescopio podrá explorar lugares que aún no han sido visitados y ayudará a resolver preguntas fundamentales en el campo astronómico.
Desde su lanzamiento, el telescopio espacial Euclid ha abierto una ventana de recorrido por el universo invisible y, posiblemente, gracias a sus registros, podrá crear un legado mucho después de que sus observaciones hayan concluido. Gracias a esta innovación tecnológica, podremos comprender de manera detallada todo lo que concierne a los cuerpos del espacio exterior y sus componentes.