Por Camilo Cesarino
Durante un estudio sobre el impacto de los pesticidas, los científicos descubrieron que las abejas reinas de una especie específica de abejorros pueden sobrevivir varios días bajo el agua. Este descubrimiento fue posible gracias a un error en el que la condensación en un refrigerador llevó a la inundación accidental de los tubos donde hibernaban las abejas.
Durante el experimento, las abejas reinas fueron sumergidas en agua debido a la acumulación de condensación. Aunque se esperaba encontrarlas muertas, muchas sobrevivieron sorprendentemente. La clave de su supervivencia radica en un estado conocido como diapausa, un tipo de hibernación que les permite resistir condiciones extremas.
El descubrimiento sugiere que estas abejas podrían ser más resistentes a las inundaciones de lo que se pensaba, lo que es crucial en el contexto del cambio climático. Los investigadores planean estudios adicionales para explorar si otras especies de abejorros comparten esta resiliente capacidad de supervivencia.
Este hallazgo no solo destaca una característica sorprendente de las abejas, sino que también subraya la importancia de la conservación y el estudio continuo de estos insectos, fundamentales para la polinización y la biodiversidad global.
Para el desarrollo del artículo, se citaron diversos estudios que proporcionan una base científica sólida para las afirmaciones realizadas. Uno de los estudios más relevantes fue el de Sabrina Rondeau y Nigel E. Raine, publicado en la revista Biology Letters, el cual reveló accidentalmente la capacidad de supervivencia de las abejas reinas sumergidas en agua durante un experimento inicialmente diseñado para evaluar el impacto de los pesticidas en abejas que hibernan bajo tierra.
Además, se hizo referencia a un estudio realizado por Gérard et al., publicado en Global Change Biology, que examina la variación en el tamaño de las reinas de abejorros a lo largo de un siglo, lo que aporta contexto sobre cómo las adaptaciones físicas y comportamentales pueden haber evolucionado en respuesta a los cambios ambientales.
Además de las abejas, muchos otros insectos han desarrollado métodos extraordinarios para respirar bajo el agua, que les permite explotar nichos ecológicos acuáticos. A continuación, se destacan algunos ejemplos notables de estas adaptaciones:
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1. Escarabajos buceadores (Dytiscidae). Estos insectos, también conocidos como escarabajos de agua verdaderos, están bien adaptados al medio acuático. Utilizan un mecanismo en el cual recogen una burbuja de aire bajo sus élitros antes de sumergirse. Respiran a través de esta burbuja mientras están bajo el agua, lo que les permite cazar y moverse eficientemente en su entorno.
2. Escarabajos remolinos (Gyrinidae). Conocidos por su comportamiento gregario en la superficie del agua, los escarabajos remolinos tienen ojos divididos que les permiten ver tanto por encima como por debajo del agua. Estos insectos también capturan una burbuja de aire para respirar mientras nadan, lo que les proporciona una capa plateada distintiva bajo el cuerpo, que es visible cuando están bajo el agua.
3. Escarabajos de agua (Hydrophilidae). Aunque estos escarabajos pasan mucho tiempo bajo el agua, necesitan acceso al oxígeno atmosférico. Lo logran al atrapar aire en sus antenas y llevar esta burbuja de aire debajo de sus cuerpos mientras nadan, lo que les permite respirar.
Estas adaptaciones demuestran la habilidad de los insectos para sobrevivir en ambientes acuáticos, además de subrayar la complejidad de sus mecanismos biológicos y la diversidad de estrategias de supervivencia en el reino animal. Estos insectos desempeñan roles ecológicos vitales en sus respectivos hábitats, desde controladores de plagas hasta importantes eslabones en las cadenas alimenticias acuáticas.
El estudio surgió de manera accidental mientras la autora principal, Sabrina Rondeau, investigaba el efecto de los residuos de pesticidas en los abejorros durante su preparación para hibernar. Foto: Periódico La Patria
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Uno de los datos más fascinantes sobre la capacidad de algunos insectos para respirar bajo el agua es cómo esta habilidad está inspirando avances en la tecnología biomimética, especialmente en el desarrollo de sistemas de respiración subacuática para humanos. Los científicos están estudiando a los escarabajos buceadores y otros insectos acuáticos para entender cómo estos seres pueden gestionar el intercambio de gases en condiciones extremas.
Por ejemplo, los escarabajos buceadores capturan burbujas de aire bajo sus alas, que les permiten "respirar" mientras están sumergidos. Este mecanismo ha inspirado el diseño de sistemas de captura de aire para trajes de buceo que podrían permitir a los buceadores permanecer bajo el agua durante períodos prolongados sin necesidad de tanques de oxígeno pesados y costosos. Además, la estructura de las branquias de las ninfas de libélula está siendo analizada para desarrollar materiales que puedan capturar oxígeno del agua de manera eficiente, lo que podría tener aplicaciones en diversos campos, desde la medicina hasta la exploración submarina.
Este cruce entre biología y tecnología muestra la ingenuidad de la naturaleza; asimismo, subraya cómo la observación cuidadosa del mundo natural puede conducir a innovaciones revolucionarias que benefician a la sociedad en múltiples aspectos.