Al menos 12 países en el mundo han detectado casos de viruela del mono o viruela símica, una enfermedad endémica de África. Los brotes fuera de este continente siempre han sido eventuales, localizados y de corta duración, por lo que los científicos intentan descifrar por qué ahora se está propagando a un ritmo tan rápido por el globo.
El virus (monkeypox, en inglés) infecta a hombres y mujeres y ataca con mayor fuerza a niños, jóvenes y personas con un sistema inmune debilitado. Recientemente, científicos de Portugal que analizaron el genoma del virus en los nuevos infectados sugieren que este patógeno podría ser la cepa más inofensiva de las dos existentes en el territorio africano.
Además, como esta enfermedad es conocida en humanos desde 1970, ya se han desarrollado algunos componentes para tratar o prevenirla.
La única vacuna diseñada para prevenir la viruela del mono es JYNNEOS, fabricada por Bavarian Nordic, una empresa danesa de biotecnología.
Según un estudio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) —organismo que autorizó su uso en Estados Unidos en 2019—, la vacuna es segura y eficaz en un 85% en adultos a partir de 18 años.
Esta contiene una versión atenuada del virus vaccinia, que es similar a la viruela símica y no genera enfermedad ni se replica entre las células humanas.
Sin embargo, JYNNEOS no es el único inmunizante, ya que, según investigaciones en antiguos brotes en África, las vacunas contra la viruela humana también brindan protección contra la viruela del mono.
Si bien estas vacunas ya no se fabrican desde que la enfermedad fue erradicada en 1980, se ha diseñado una nueva generación de ellas.
Entre ellas están ACAM2000 y Aventis Pasteur Smallpox Vaccines (APSV). Ambas están basadas en una versión atenuada del patógeno vaccinia, pero esta sí se puede replicar dentro del organismo y, además, causar efectos secundarios leves, como miocarditis y pericarditis.
La producción de más vacunas contra la viruela del mono sería posible a partir de las muestras de viruela humana que la Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía almacena en dos laboratorios en EE. UU. y Rusia.
Uno de los medicamentos eficaces contra la viruela símica es tecovirimat (ST-246), un medicamento que en ensayos clínicos humanos ha demostrado ser eficaz contra enfermedades inducidas por ortopoxvirus, la familia de virus a la que pertenece la viruela símica.
Este fármaco, que también puede tratar la viruela bovina y la viruela humana, ha sido evaluado en un estudio de The Lancet Infectious Disease, que siguió a siete infectados en Reino Unido, entre 2018 y 2021. Sus conclusiones detallaron que tecovirimat puede reducir la duración de los síntomas y el tiempo en que un infectado es contagioso.
Otros fármacos son cidofovir y brincidofovir, pero su aprobación para uso clínico aún está siendo evaluada.
Además de la vacunación, la mejor prevención del contagio es reducir la exposición al virus.
Por ejemplo, se recomienda disminuir el riesgo de transmisión, evitando cualquier contacto con los roedores y primates en regiones endémicas o la interacción con los fluidos corporales de personas infectadas.
La enfermedad de la viruela del mono suele durar de dos a cuatro semanas. Algunos síntomas iniciales son fiebre, cansancio, dolor muscular e inflamación de los ganglios linfáticos, y en la última etapa se producen erupciones cutáneas en el rostro y en el cuerpo.