Eventos que desenmascaran las propiedades del universo a veces se cruzan con el campo de visión de la astronomía, unos más extraños que otros. Un enigmático objeto cósmico no identificado ha estado disparando potentes ráfagas de energía hasta 117 veces por hora.
Estas señales fueron detectadas por un equipo de astrónomos que usaron el radiotelescopio esférico de apertura de quinientos metros (FAST) en China, considerado el más sensible de todo el mundo, según Bing Zhang, de la Universidad de Nevada en Las Vegas. El estudio se encuentra disponible para su lectura en Nature.
Esta ametralladora cósmica es llamada ráfaga de radio rápida (FRB), un fenómeno astrofísico descubierto en el 2007 relacionado a los púlsares, estrellas de neutrones que rotan y emiten radiación electromagnética, aunque no se descartan otros orígenes.
Representación de un púlsar, una estrella que gira velozmente creado chorros de energía. Foto: Difusión.
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Este FRB —de nombre 121102— emitió hasta 1.652 pulsos de energía durante 60 horas y sus estallidos se prolongaron más que cualquier otro conocido. Zhang dijo que las señales FRB 121102, provenientes de un lugar del cosmos a 3.000 millones de años luz de la Tierra, no pudieron haber llegado de una fuente de gas y polvo.
Victoria Kaspi, astrofísica de la Universidad McGill en Montreal, abrió la posibilidad de que la actividad de los FRB estén produciéndose de forma más común, solo que la sensibilidad de FAST recién nos revela uno tan preciso.
El tipo de emisor más probable sería el magnetar, según un hallazgo en la Vía Láctea del 2020. Este remanente estelar se trata de una variedad de púlsar que arroja enormes cantidades de rayos X y rayos gamma. De cada 10 supernovas —la explosión de una estrella—, se formaría un magnetar.
Representación de un magnetar. Crédito: ESO.
Los magnetares constan de campos magnéticos billones de veces más fuertes que los de la Tierra. La primera vez que estos fenómenos fueron incluidos en las conversaciones de científicos como una teoría posible se dio en 1992, cuando Robert C. Duncan de la Universidad de Texas en Austin y Christopher Thompson del Instituto Canadiense de Física Teórica lo formularon seriamente.
Si bien los datos obtenidos hasta ahora respaldan que los magnetares son el origen más probable de los FRB, los hallazgos aún no son concluyentes, expresó Kaspi. Dado que hasta ahora no se ha encontrado un cuerpo cósmico tan activo como el que reporta el nuevo estudio, añadió que debemos preguntarnos si hay magnetares con características que los hacen emitir más estallidos. La respuesta ayudaría a estudiar mejor estos ‘arrebatos’ del cosmos.