“Nunca hemos visto nada parecido”: extraña señal de radio llega del centro de la Vía Láctea
Los científicos están desconcertados porque esta señal, proveniente del centro de nuestra galaxia, trae información diferente cada vez que vuelve a emitirse.
Una señal de radio proveniente del centro de la Vía Láctea ha dejado intrigados a los astrónomos que la detectaron. Por sus extrañas características, estas ondas son emitidas por una fuente que no encaja con ningún objeto o fenómeno cósmico conocido, según la nueva investigación.
Algunos tipos de estrellas, nebulosas y otros objetos o fenómenos cósmicos emiten notables ondas de radio, un tipo de luz o radiación invisible al ojo humano, pero detectable por aparatos especializados como los radiotelescopios. La forma en que llegan estas señales ofrece suficiente información para identificar cuál es la fuente que las produce.
Sin embargo, la nueva señal reportada se comporta de una manera muy extraña, ya que parece cambiar con el tiempo.
“La propiedad más extraña de esta nueva señal es que tiene una polarización muy alta. Esto significa que su luz oscila en una sola dirección, pero esa dirección gira con el tiempo” indicó Ziteng Wang, estudiante de doctorado Escuela de Física de la Universidad de Sydney (Australia) y autor principal del nuevo estudio publicado por la revista The Astrophysical Journal.
“El brillo del objeto también varía sustancialmente por un factor de 100. La señal se enciende y se apaga al parecer al azar. Nunca hemos visto nada parecido”, añade.
El equipo internacional, del cual Wang forma parte e incluye científicos de Australia, España, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica y Francia, detectó la señal mediante el radiotelescopio ASKAP ubicado en el este de Australia.
En el brillante centro de nuestra galaxia, hay un agujero negro supermasivo cuya atracción gravitacional mantiene a su alrededor densas aglomeraciones de estrellas gigantes, gases extremadamente calientes y otras fuentes que emiten ondas de radio. Pero ninguna pudo explicar el origen de la extraña señal.
“En principio pensamos que podría ser una púlsar —un tipo de estrella muerta muy densa y que rota— o también un tipo de estrella que emite enormes llamaradas solares. Pero las señales de esta nueva fuente no coinciden con lo que esperamos de este tipo de objetos celestes”, señaló Wang.
El nombre técnico dado a la fuente de esta señal es ASKAP J173608.2-321635. Se detectó seis veces entre enero y septiembre de 2020 y luego reapareció el 7 de febrero de este año.
“La señal regresó, pero descubrimos que el comportamiento de la fuente era dramáticamente diferente: desapareció en un solo día, a pesar de que había durado semanas en nuestras observaciones de ASKAP anteriores”, dijo la profesora Tara Murphy, supervisora de Wang y coautora del estudio.
Los científicos planean vigilar de cerca la ubicación de esta señal para buscar más pistas sobre su posible origen.
El equipo confía en que el futuro radiotelescopio transcontinental Square Kilometer Array (SKA), planeado para la próxima década, permita resolver este misterio y revelar los secretos de otras zonas inexploradas del cosmos.