En este mes de julio coincidirán tres misiones con destino en Marte. Las agencias espaciales de tres países preparan sus respectivas naves espaciales, las cuales llevarán avanzados vehículos de exploración para desentrañar los más grandes misterios del planeta rojo.
La primera en despegar, si todo va de acuerdo a lo planeado, será la misión de Emiratos Árabes Unidos, que enviará el 15 de julio la primera sonda árabe interplanetaria de la historia, Al Amal (“Esperanza”), para estudiar la atmósfera del planeta. Se lanzará desde el centro espacial japonés Tanegashima y llegará a Marte en febrero de 2021.
Sonda Al Amal / Hope Mars. Foto: MBRSC.
Luego, entre el 20 y el 25 de julio, seguirá China, que también celebrará su bautismo marciano con la misión Tianwen-1 (“Preguntas al cielo”), que llevará una sonda y un pequeño robot que se controlará desde la Tierra. Su aterrizaje también está previsto para febrero de 2021.
Equipaje de la misión Tianwen-1. Foto: Xinhua.
La más ambiciosa es Marte 2020, de Estados Unidos: será lanzada el 30 de julio para llevar el rover Perseverance, que marcará el comienzo de un programa faraónico de toma de muestras para traerlas a la Tierra: una etapa clave en la búsqueda de vida. Se espera que demore un tiempo similar a las otras dos misiones en llegar al planeta rojo.
El róver Perseverance ya ha pasado sus principales ensayos. Ahora es ensamblado para ir a Marte. Crédito: NASA.
Estaba prevista una cuarta iniciativa ruso-europea, ExoMars, con un robot de perforación, pero se aplazó hasta 2022 debido a la pandemia de coronavirus.
La carrera al planeta rojo no es nueva: nuestro vecino más cercano ha recibido desde los años 1960 decenas de sondas automáticas, en su mayoría estadounidenses, en órbita o en tierra, pero muchas han fracasado. Desde los años 2000, con el hallazgo de que en el pasado hubo agua líquida en su superficie, el interés por el planeta se ha disparado hasta convertirse en la prioridad de la exploración espacial.
“Es el único planeta en el que tenemos la posibilidad de detectar una forma de vida pasada, y cuanto más conocimiento acumulemos, más prometedor será el lugar”, explica a la AFP Michel Viso, exbiólogo de CNES, la agencia espacial francesa que diseñó uno de los principales instrumentos del rover Perseverance de la NASA.
Estados Unidos, Europa, India, China y Emiratos se centran en esta búsqueda, para afirmarse como potencia científica y espacial. En 2024 lo hará Japón, que enviará una sonda para explorar Fobos, una de las lunas de Marte.
Con otro sueño en mente, más lejano: el de "contribuir a la aventura de la exploración humana en Marte, que representa la próxima frontera a la que el hombre podrá ir, en 20, 30 o 40 años", comenta Michel Viso.
Estados Unidos se plantea seriamente el objetivo de un vuelo tripulado a Marte. Es el único país que ha realizado estudios detallados sobre su viabilidad pero otros podrían asociarse a la aventura.
Emiratos está considerando la construcción de una “Ciudad de la Ciencia” que reproduciría las condiciones medioambientales de Marte con el fin de establecer una colonia humana de aquí a 2117.
El planeta se ha convertido en un enorme desierto helado, que ha ido perdiendo su atmósfera densa después de un gigantesco cambio climático, hace unos 3.500 millones de años, y ya no está protegido de la radiación cósmica. Por lo tanto no es ‘habitable’, ni se podría transformar en una ‘segunda Tierra'. El tema es saber si estuvo habitado en el pasado, cuando contaba con las condiciones para una vida metabólica (por ejemplo microbios).
Con información de AFP.