Un término a considerar en el desarrollo de una enfermedad contagiosa es el factor R0. Este concepto epidemiológico se ha vuelto crucial en el desarrollo de la pandemia de la COVID-19 y el nuevo coronavirus. Determinar este valor ayuda a determinar las acciones para frenar su avance en cada población.
Los científicos usan el factor R0 para describir la intensidad de una enfermedad infecciosa. En varios casos, las estimaciones realizadas han sido importantes en las pandemias o brotes de enfermedades potencialmente peligrosas. El nuevo coronavirus, no es la excepción.
En epidemiología, la R0 es el número de reproducción de una enfermedad infecciosa. Es decir, te indica -aproximadamente- cuántas personas van a ser contagiadas por cada persona infectada en un período determinado. Sin embargo, ello dependerá de diversos factores.
Caso imaginario de una posible transmisión. Foto: The Conversation, CC BY-ND
De manera efectiva, el factor R0 cambia con el tiempo y su estimación dependerá de las cualidades del agente infeccioso, del tipo de población en donde se desarrolle la enfermedad y también de las condiciones ambientales, demográficas, socioeconómicas y climáticas, en menor medida.
Por ejemplo, si un virus aparece en una determinada población, algunos factores a considerar podría ser el nivel contagioso del patógeno y cuán susceptible es la población a enfermarse, ya sea por el nivel de nutrición o las enfermedades preexistentes comunes en ese grupo de personas.
En algunos casos, el R0 es alto y las estrategias serán más intensas para evitar brotes desbordantes de la enfermedad. Tal es el ejemplo del sarampión, que su R0 oscila entre 12 y 18. Sin embargo, hay otras enfermedades que tiene niveles muy bajos como la influenza, con un rango de 0,9 a 2,1 y su existencia continúa debido a la capacidad del virus para mutar y burlar al sistema inmunológico.
En 1920, el demógrafo Alfred Lotka propuso el número de reproducción como medida de la tasa de reproducción de una enfermedad en una población determinada. Años posteriores, en los 50, el epidemiólogo George MacDonald sugirió aplicarla para la transmisión de la malaria.
En esa época, MacDonald determinó que si el R0 era menor que 1, entonces la enfermedad desaparecería en una población; en cambio, si el R0 era mayor que 1, la enfermedad se diseminaría. Esta ideas aún se mantienen vigentes.
Este concepto sirvió para que las autoridades sanitarias realicen estrategias de acuerdo al factor R0 de cada población. En tal sentido, las políticas de salud pública de una enfermedad infecciosa deben apuntar a que el R0 sea inferior a 1.
En el caso del SARS-CoV-2, agente patógeno de la COVID-19, al ser un nuevo virus hay mucha incertidumbre sobre los factores que influyen al calcular el factor R0. Sin embargo, un equipo del Imperial College del Reino Unido estima que el R0 de la enfermedad está entre 1,5 y 3,5; rango que oscila las simulaciones de otras investigaciones.
Los números aún resultan imprecisos, hay un nivel alto de incertidumbre y las dificultades de su cálculo varías por diversos motivos. En primer lugar, es necesario considerar las propiedades básicas del agente viral. Por ejemplo, aún no se sabe con exactitud el período de contagio del virus.
Otro factor a considerar es que no se sabe el número exacto de casos que existen de infectados con la nueva enfermedad. Ello debido a que se estima que las personas asintomáticas es un número mucho mayor de lo que se cree y -justamente- estas personas siguen esparciendo el virus.
Además, la mayoría de los pacientes afectados por el nuevo coronavirus, la OMS estima que un 80 %, se recupera. Sin embargo, tampoco se sabe cómo la cambiante susceptibilidad de la población afectará el contagio futuro de la infección. Se sabe que hay personas que han vuelto a contagiarse de COVID-19, una vez recuperadas.
Finalmente, las medidas de control que se han tomado, como las cuarentenas o aislamientos sociales obligatorios, han influenciado a determinar el factor R0 de la COVID-19. Aún no se sabe cómo esas acciones influenciarán en la evolución y contagio futuro del virus. Lo que es cierto es que mientras más elevado sea el valor de R0, es probable que las medidas de restricción -como las cuarentenas- continúen en determinadas poblaciones.