Desde que la estrella Betelgeuse comenzó a apagarse repentinamente en octubre de 2019, los astrónomos comenzaron a sospechar que algo extraño le sucedía. Ahora, un grupo de investigadores revela imágenes de la superficie de la supergigante roja que permiten ver no solo el debilitamiento de su brillo, sino un aparente cambio de forma.
El equipo dirigido por el astrónomo Miguel Montargués usó el Very Large Telescope (VLT), ubicado en las alturas de Chile, desde diciembre del 2019 para comprender por qué Betelgeuse se estaba desvaneciendo. Como producto de sus primeras observaciones con el moderno instrumento SPHERE, lograron captar una impresionante imagen de la colosal estrella.
Los científicos compararon esta vista de su superficie con la que obtuvieron en enero de 2019 gracias al mismo instrumento, antes de que la estrella comenzara a perder brillo. De esta manera, se puede ver un preocupante antes y después.
Las imágenes muestran una notable disminución en el brillo, que actualmente está en un 36 % de lo normal, y una alteración en su forma aparente.
Visible en la constelación de Orión, Betelgeuse es una estrella masiva ubicada a unos 700 años luz de la Tierra. Es la segunda más grande del cielo nocturno y solía ser la novena más brillante.
Betelgeuse es 1400 veces el tamaño del Sol y tiene 11 veces su masa. Como toda estrella masiva, agotará sus gases (mientras reduce masa y brillo) y terminará su vida con una cataclísmica explosión de supernova que, en este caso, sería un espectáculo de luces durante varios meses en nuestro cielo.
Desde que su brillo comenzó a caer significativamente, se especuló sobre una eventual explosión como supernova que se daría en cualquier comento. Si bien, esto sucederá inevitablemente, Montargués y su equipo manejan otras hipótesis sobre la actualidad de la estrella.
La última imagen tomada de la superficie de Betelgeuse muestra su debilitamiento y cambio aparente de forma. Crédito: ESO.
Son dos posibles escenarios: "el enfriamiento de la superficie debido a la actividad estelar excepcional” o “la expulsión de polvo hacia nosotros”. Sin embargo, los científicos aún no puede determinar qué tan grave es la situación de Betelgeuse en estos momentos.
“Por supuesto, nuestro conocimiento de las supergigantes rojas sigue siendo incompleto, y esto sigue siendo un trabajo en progreso, por lo que aún puede ocurrir una sorpresa”, admite Montargués, astrónomo de KU Leuven (Bélgica).
El equipo de astrónomos seguirá usando las instalaciones del VLT, pertenecientes al Observatorio Europeo Austral (ESO), para reunir pistas sobre el oscurecimiento de Betelgeuse.
“Es una de las pocas instalaciones capaces de obtener imágenes de la superficie de Betelgeuse. Esta es la única forma en que podemos entender lo que le está sucediendo a la estrella", concluye el investigador.
Por otro lado, un equipo de astrónomos de la Universidad de Villanova (EE. UU.) ha publicado este mes que la estrella es ahora 2.5 veces menos brillante de lo que era en septiembre de 2019, cuando comenzó a apagarse.
Según el reporte, se espera que el astro registre su brillo mínimo el próximo 21 de febrero, fecha aproximada en que debería terminar su actual ciclo de debilitamiento (su brillo varía por períodos).
Si la estrella continúa apagándose en las semanas siguientes a la fecha límite, los astrónomos podrían confirmar que la supergigante está a punto de explotar.