Confesión. El conocido sicario Jepherson Rodríguez, "Chiquito", al ser detenido por la Policía aceptó el crimen., "Sí, jefe. La verdad es que yo entré en la 'chamba' (asesinato) de Wilbur por orden de 'Caracol'. Yo solo cumplí mi trabajo”, admitió Jepherson Rodríguez Mejía, un muchacho de 26 años que no terminó la secundaria y vivió toda su existencia en Maranga Ruggia, una zona brava de Bellavista colindante con la violenta calle Loreto, en el Callao. La confesión de Jepherson Rodríguez confirmaba lo que la familia de Wilbur Castillo Sánchez denunció desde el mismo día del asesinato, el cinco de diciembre, en la esquina de la avenida Santa Rosa y la calle Atahualpa, a solo unas cuadras donde reside el sicario Jepherson Rodríguez, conocido como "Chiquito", por su alta estatura. PUEDES VER: Sicarios asesinan de 32 balazos a Wilbur Castillo en el Callao Se trataba de un ajuste de cuentas. "Caracol" dispuso la ejecución de Wilbur Castillo porque sospechaba que había colaborado con la Policía en la captura de 21 miembros de su organización, el 11 de noviembre, en diferentes puntos del Callao. Entre los arrestados se encontraban Alfredo Díaz Pizarro, "Loco Alfredo", el contador de la mafia de "Caracol", y Moisés Mere Ruiz, "Mere", abogado y asesor legal. Agentes de la División de Investigación de Secuestros (Divise) y de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin) interrogaron a los miembros de la familia de Wilbur Castillo sobre sus sospechas respecto a los asesinos, quienes señalaron que creían que había sido Jepherson Rodríguez Mejía, "Chiquito", conocido sicario de "Caracol". Coincidentemente, "Chiquito" ya estaba en la lista de la Policía, porque había escapado al operativo del 11 de noviembre. Búsqueda y captura Durante la investigación, los agentes también identificaron a Jean Pierre Acevedo Samamé, "Jampi", un vecino y amigo de la niñez de "Chiquito" de la calle Maranga Ruggia, en Bellavista. "Jampi" tiene 25 años. Son contemporáneos. "Chiquito" vive en la Manzana B, Lote 7, y "Jampi" en la Manzana B, Lote 12. El cinco de diciembre, día que el gobierno declaró en emergencia Callao, la Policía incursionó en la casa de "Chiquito", en Maranga Ruggia, pero este ya no se encontraba allí. Sin embargo, los agentes establecieron un sistema de vigilancia en la casa de la esposa de "Chiquito" y pudieron establecer que esta sacaba el niño de la vivienda cada cierto tiempo. Cuando le hicieron el seguimiento, se determinó que la mujer dejaba al menor de año y medio de edad en la urbanización Las Margaritas, Manzana F, Lote 2, tercer piso, en San Martín de Porres. La esposa de "Chiquito" llevaba casi a diario al niño al refugio porque el delincuente extrañaba a su primogénito. Por esta debilidad, quedó expuesto el lugar donde se ocultaba. A las 10 de la noche y 45 minutos del lunes 7 de diciembre, los agentes ubicaron a "Chiquito" en una habitación que había alquilado en esa dirección. Para sorpresa de los efectivos de la Divise y Digimin, "Chiquito" estaba acompañado de su mano derecha, "Jampi", su amigo de toda la vida, y de dos mujeres, Andrea Cornejo Farfán, de 21 años, y Josseline Zavala Carazas, de 23 años, parejas del primero y del segundo. Andrea vive en Callao y Josseline en La Perla. Se trataba de conocidas de barrio y juerga. "Chiquito" estaba muy asustado. Creía que habían llegado para cobrarse venganza por el crimen de Wilbur Castillo. "Yo pensé que habían llegado para matarme", declaró a sus captores. Jepherson Rodríguez, "Chiquito", guardaba una pistola Glock con la cacerina llena y además contaba con una carabina M1 de calibre 30 mm. "Jampi" no estaba armado. Cuando lo trasladaron a la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), "Chiquito" dejó de hablar. "Quiero a mi abogado", indicó. Demasiado tarde para retractarse. Un prontuario para temer "Chiquito", según los registros policiales, estuvo preso por homicidio hasta abril de este año en el penal Sarita Colonia. Jepherson Rodríguez se dedicaba a cobrar "cupos" a los empresarios de construcción civil. También extorsionaba a las bandas de narcotraficantes que se dedican a filtrar droga ("preñar") en los contenedores de los muelles del Callao. Se le atribuye participación en el asesinato de Jorge Vargas Villa, "Cholo Paco", un exrecluso que laboraba en la empresa de limpieza del municipio chalaco. El crimen de "Cholo Paco" se produjo el primero de julio de este año, en la cuadra siete de la avenida Guardia Chalaca, zona de dominio de "Chiquito". Aparentemente "Cholo Paco" era integrante de una banda rival de "Caracol". "Chiquito" está obligado a cantar lo que sabe de este homicidio.