Confesó a las 5:30 pm. Van der Sloot la atacó porque la joven descubrió su oscuro pasado. Estalló en ira y le rompió el cuello después de que la víctima cogiera sin permiso su laptop y se enterara que estuvo implicado en el homicidio de una estadounidense. Tu voz impresa Ernesto Guerrero L. Todas las pruebas lo señalaban como el presunto homicida de Stephany Tatiana Flores Ramírez, hija del empresario y piloto de carreras Ricardo Flores. Ayer, 48 horas después de haber sido expulsado de Chile, el holandés Joran van der Sloot al fin confesó su atroz crimen. Fuentes policiales revelaron que el peligroso extranjero admitió llorando su culpa en presencia de un fiscal y un abogado de oficio. Sin salida “No tuvo salida. Su alegato de inocencia carecía de sustento”, comentó con notoria satisfacción uno de los agentes que lograron arrancarle la esperada confesión. Se supo que Van der Sloot se quebró emocionalmente cuando le hicieron ver los reveladores videos captados por cámaras de seguridad del Hotel TAC de Miraflores, que lo ubicaban con la víctima en el lugar y la hora del crimen. Vida privada “No quise hacerlo. La chica se entrometió en mi vida privada”, narró el muchacho de 21 años, confeso ludopata, quien llegó al Perú el 14 de mayo pasado para participar en un campeonato internacional de póker en los casinos limeños Fiesta y Atlantic City. Las fuentes consultadas por este diario precisaron que el holandés dijo que estalló en ira porque Stephany Flores, la mañana del domingo 30 de mayo, cuando ya estaban en la habitación 309 del Hotel TAC, descubrió su oscuro pasado. La historia de Aruba “Cogió sin permiso mi laptop (computadora portátil) y se enteró a través de fotos y videos que estuve involucrado en un asesinato en Aruba”, declaró. Van der Sloot se refería al crimen de la estadounidense Natalee Holloway, perpetrado el 30 de mayo del 2005 y cuya autoría se le atribuyó en su momento. El minucioso archivo computarizado del holandés incluía reportes judiciales en los que se le concede libertad “por no haberse encontrado el cadáver de la joven norteamericana”. Stephany habría accedido a dicha información, cuando su ocasional acompañante salió del hotel para comprar en un supermercado cercano dos vasos con café y galletas. Estas imágenes también quedaron grabadas por las cámaras del centro de hospedaje. Al regresar, en menos tiempo del que esperaba tardar, él la halló leyendo su historia. Golpe de karate “No tenía derecho. Me acerqué, estaba asustada, discutimos y quiso escapar. La tomé del cuello y la golpeé...”, contó el homicida. Mostrando la mano derecha extendida con 4 dedos juntos y el pulgar hacía arriba, dijo que le aplicó un fuerte golpe de karate en la nuca. Un experimentado oficial de la Dirincri que tomó parte en el interrogatorio reveló que el homicida se sinceró recién a las 5.30 de la tarde, después de haber negado insistentemente su responsabilidad en el crimen. Fiscal y abogada Ninfa Espinoza Sotomayor, titular de la 40 Fiscalía Provincial Penal de Lima, escuchó estremecida la cruda confesión. Van der Sloot estuvo asistido en todo momento por la defensora de oficio Luisa Rosa Camargo. Stephany Flores, según el asesino, cayó de bruces sobre el piso tras recibir el golpe en la nuca. Previamente había forcejeado con el agresor en un desesperado intento por librarse. Las escoriaciones que tenía así lo confirman. La ultimó sin piedad La infortunada joven agonizaba, muy cerca de la cama de la habitación, cuando el criminal finalmente la asfixió. El protocolo de la necropsia estableció como causa de la muerte traumatismo encéfalo cervical y asfixia por posible estrangulamiento. El holandés insistió, durante el interrogatorio, que no planificó el homicidio. No hubo sexo “Llegamos al hotel, íbamos a tener sexo, pero primero salí a comprar el desayuno. Cuando regresé ella solo quería irse. Había rebuscado todas mis cosas”, dijo a manera de justificación el despiadado sujeto. Las mismas fuentes informaron que el criminal había mantenido confundida a la Policía desde que llegó a Lima procedente de Chile. Durante el largo viaje que hizo por tierra desde Tacna a la capital llegó a entablar diálogo con los agentes de la Interpol encargados de escoltarlo. El engaño “No he matado a nadie. Si quieren al asesino busquen en el hotel”, les habría dicho a los detectives que le entablaron conversación a fin de conocer la verdad. No solo eso. Se supo que Van der Sloot narró con cierta seguridad a sus vigías, durante el viaje, que se había marchado del Hotel TAC la mañana del 30 de mayo, dejando a Stephany dormida. También intentó justificar su fuga a Chile, asegurando que lo hizo porque estaba en quiebra y le había robado el dinero que la víctima llevaba en su bolso. Complicó las pesquisas Por tratarse de revelaciones claves obtenidas informalmente, los detectives de la Interpol pusieron al tanto de todo a los agentes de la Dirección de Investigación Criminal. El jefe de la Dirincri, general César Guardia, dispuso entonces abrir una nueva línea de investigación que incluía a todos los empleados que estuvieron de servicio en el Hotel TAC el día en que ocurrió el asesinato. Hasta el sábado el panorama no estaba muy claro en relación con el desempeño de los trabajadores del hotel. Y es que los videos captados por las cámaras de seguridad señalaban que el holandés se había fugado la misma mañana del 30 de mayo y, sin embargo, el cadáver de Stephany recién fue descubierto el 2 de junio. ¿Por qué no ingresaron a la habitación 309 arrendada por el homicida para realizar la limpieza de rigor durante tres días consecutivos? La recepcionista Adely Abad Marchena y otros once trabajadores eran sospechosos hasta ayer. Sabía usted que... Revisión. La computadora portátil del holandés está actualmente en poder de peritos en informática de la Policía. Se espera recuperar la información que descubrió Stephany y por la cual terminó muerta. Información clave. Se presume que los videos y fotos que vio Stephany podrían ayudar a resolver el asesinato de la estadounidense Natalee Holloway. Ahora mi hija descansará en paz El empresario y piloto de autos de carrera Ricardo Flores agradeció a la Policía Nacional por resolver en tiempo récord el horrendo asesinato de Stephany. También expresó su gratitud a las autoridades chilenas que con buen criterio expulsaron al criminal de su país. “Ahora sé que mi hija descansará en paz”, dijo convencido. El penalista y catedrático universitario Sócrates Hidalgo Reátegui explicó que si se demuestra que el holandés robó el dinero que la víctima tenía en su bolso podría aplicársele el artículo 188 del Código Penal que sanciona hasta con cadena perpetua el homicidio con fines de robo. La confesión del holandés de 21 años no podrá ser objetada a nivel judicial, por haber sido dada en presencia de una representante del Ministerio Público y haber contado con la asesoría de una defensora de oficio. “Se hizo todo con arreglo a ley”, dijo satisfecho el general César Guardia, jefe de la Dirincri.