
El espeluznante caso de Lom Tom, el barbero asesino de la calle Capón que se quitó la vida cuando descubrieron sus crímenes
Lom Tom, el barbero de la calle Capón, es recordado como un asesino que terminó su vida en el Pabellón San Joaquín del Presbítero Maestro.
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La historia de Lom Tom, el "barbero asesino", sigue siendo una de las más perturbadoras que se cuentan sobre la Lima de principios del siglo XX. En 1918, este inmigrante chino abrió su barbería en pleno Barrio Chino, una zona famosa por su ambiente bullicioso y lleno de vida. Lom Tom, a simple vista, parecía ser solo un barbero que atendía con una sonrisa a los hombres que llegaban a su local. Sin embargo, detrás de esa fachada se escondía un hombre que utilizaba su navaja para acabar con la vida de sus clientes en el momento menos esperado. Los desaparecidos comenzaron a acumularse, y el temor se extendió rápidamente entre los vecinos.
El misterio que envolvía a Lom Tom terminó cuando la policía logró acorralarlo. Sin poder escapar, el barbero optó por poner fin a su vida el 27 de junio de 1918. A pesar de la gravedad de sus crímenes, jamás se supieron los motivos que lo impulsaron a cometerlos. Lom Tom pasó de ser un hombre que buscaba vivir tranquilo a convertirse en una figura rodeada de misterio, y su historia se transformó en una leyenda que, hoy en día, muchos recuerdan con espanto.
La historia detrás del asesinato en la calle Capón
La calle Capón, corazón del Barrio Chino de Lima, fue testigo de crímenes que marcaron a la ciudad para siempre. Lom Tom, conocido por sus destrezas con la navaja, las utilizaba para algo mucho más macabro que un simple corte de cabello. Sin que nadie sospechara, sus clientes se convertían en sus víctimas, asesinadas en el mismo lugar donde se esperaba un servicio de peluquería. Las desapariciones se convirtieron en un tema común entre los vecinos, pero nadie imaginaba que el asesino era el mismo hombre que cortaba sus cabellos.
Lo que comenzó como un negocio normal pronto se transformó en un escenario de horror. La policía finalmente descubrió la identidad de Lom Tom y, al verse acorralado, el barbero decidió poner fin a su vida. A pesar de que algunos creyeron que sus crímenes fueron impulsados por alguna razón personal o desconocida, nunca se llegó a saber con certeza qué lo llevó a actuar de esa forma tan espantosa.
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El destino final de Lom Tom en el Presbítero Maestro
Después de su trágico final, Lom Tom encontró su última morada en el Cementerio Presbítero Maestro, uno de los camposantos más antiguos de Lima. Su tumba está ubicada en el Pabellón San Joaquín, conocido como el "pabellón de los suicidas", un lugar reservado para aquellos que murieron bajo circunstancias extremas. Este cementerio, que alberga a muchas figuras de la historia peruana, también guarda los restos de quienes, por alguna razón trágica o misteriosa, dejaron esta vida en condiciones especiales.