El secreto de los Incas que predijo sequías y el cambio climático en el Perú hace 500 años: "Estaba escrito en cuerdas"
Nuevos hallazgos revelan que los qhipus incas no solo contaban datos sino que registraban el clima de los Andes.
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Durante siglos, los pueblos de los Andes usaron cuerdas con nudos y borlas para registrar información vital. En el pueblo de Santa Leonor de Jucul, Huaura, Lima, se conservan 97 quipus, incluyendo el más largo del mundo.
Gracias a la sabiduría ancestral de Don Lenin Margarito, especialista en rituales del pueblo de Jucul, fue posible revelar un nuevo significado de los quipus andinos. Junto a él, la antropóloga Sabine Hyland, líder del proyecto, cumplió un rol fundamental al dar a conocer su valor simbólico y climático a nivel internacional.
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Quipu incaico: hilos ancestrales que hablaban del clima
Su verdadero propósito
Lejos de ser decorativos, estos hilos eran verdaderos registros ambientales que indicaban las ofrendas hechas a lagunas sagradas o apus (espíritus de montaña), en busca de equilibrio climático. Para los sabios locales, los quipus eran archivos públicos para interpretar señales de la naturaleza.
Su registro no era al azar, borlas hechas a base de una cola de llama, suave y beige representaban un ritual a la Paccha-cocha pidiendo lluvia. Así posteriormente con otros objetos como la hoja de coca, tabaco que representaba su carácter sagrado. “En lugar de comunicarse mediante nudos, los quipus de Jucul registran información a través de distintos tipos de borlas” menciona, Sabine Hyland.
En un contexto actual marcado por los efectos del cambio climático, estos quipus ofrecen una mirada invaluable al pasado. No solo reflejan cómo las comunidades andinas registraban fenómenos ambientales, sino que también evidencian cómo interpretaban los desequilibrios naturales y actuaban frente a ellos. Su lectura hoy puede aportar claves para comprender cómo las culturas ancestrales se adaptaron a un entorno cambiante.
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Una memoria que resiste el tiempo
Con el fin de reconstruir la historia climática que guardan los quipus, los investigadores están aplicando avanzadas técnicas de datación por radiocarbono para establecer una cronología precisa de las ofrendas registradas. Este trabajo permitiría comprender cómo los pueblos andinos interpretaron y enfrentaron los cambios del clima hace siglos.
Los estudios actuales se enfocan en descifrar los colores, texturas y formas de las borlas, con el fin de entender con mayor precisión los mensajes que contienen. Actualmente, solo hay 5 comunidades que preservan los quipus ancestrales, legado vivo del saber inca.























