Juliane Koepcke, la joven alemana que fue la única sobreviviente del vuelo 508 de Lansa: resistió 10 días en la selva del Perú
Juliane Koepcke, la única sobreviviente del vuelo 508 de LANSA, pasó 11 días en la selva amazónica después de que su avión se estrellara. Tras el accidente, caminó sola hasta ser rescatada por lugareños, mientras enfrentaba las extremas condiciones de la jungla.
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El 24 de diciembre de 1971, el vuelo 508 de la aerolínea LANSA despegó de Lima con destino a Pucallpa, en plena víspera de Navidad. A bordo viajaban 92 personas que esperaban llegar a tiempo para celebrar las fiestas. Entre los pasajeros se encontraba Juliane Koepcke, una joven alemana de 17 años que volaba junto a su madre. Sin embargo, durante el trayecto, el avión ingresó a una zona de tormenta eléctrica, sufrió graves daños en pleno aire y terminó estrellándose en la selva amazónica del Perú.
Milagrosamente, Juliane sobrevivió a la caída con heridas menores: un corte en el brazo, una lesión en el hombro y una clavícula rota. Durante 10 días caminó sola por la espesura de la selva, enfrentando la humedad, el hambre, el dolor y la desesperación, hasta que fue finalmente rescatada por lugareños. Aunque se informó que otras 13 personas sobrevivieron al impacto, murieron uno a uno debido al calor extremo y las duras condiciones de la Amazonía.
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¿Cómo sobrevivió Juliane Koepcke durante 10 días en la selva peruana?
Según contó Juliane en su libro “Cuando caí del cielo", tras el choque del avión quedó inconsciente. Cuando despertó, estaba sola, aún sentada en su silla, con el cinturón de seguridad abrochado, en medio de la densa vegetación amazónica. No había rastro de otros pasajeros.
Durante diez días, Juliane Koepcke avanzó sola por la selva amazónica, enfrentando todo tipo de peligros: lluvia intensa, frío, hambre, sed, insectos, sanguijuelas, pirañas e incluso cocodrilos. Sus heridas comenzaron a infectarse, gusanos invadieron su piel y las alucinaciones amenazaron con quebrar su estabilidad mental. A pesar de todo, se negó a rendirse. La esperanza de reencontrarse con su padre fue el motor que la mantuvo en pie.
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Juliane Koepcke tenía 17 años cuando sobrevivió al accidente aéreo del vuelo 508 de Lansa Perú. Foto: Difusión
Fue en medio de ese caos natural cuando recordó las lecciones que sus padres —ambos biólogos— le habían enseñado sobre la selva. Aplicando ese conocimiento, tomó una decisión clave: buscar un río y seguir su curso, con la esperanza de que la llevara de vuelta a la civilización.
Caminó por los manglares hasta encontrar una canoa con motor y una choza utilizada por cazadores. Esperó durante horas hasta que aparecieron los dueños del lugar, quienes la ayudaron, le dieron comida y atendieron sus heridas. Al día siguiente, fue llevada en canoa durante diez horas hasta el pueblo de Tournavista. Desde allí, fue trasladada en avión a Pucallpa, donde finalmente se reencontró con su padre en el hospital.
¿Qué pasó con Juliane Koepcke tras el accidente?
Tras sobrevivir al accidente aéreo que marcó su vida, Juliane regresó a Alemania, donde decidió enfocar su vida en la ciencia. Estudió Zoología y Biología, y se especializó en el estudio de murciélagos, combinando su vocación científica con su compromiso por la conservación de la naturaleza.
Actualmente, Juliane Koepcke vive en Múnich, Suiza, donde trabaja como bibliotecaria en la colección zoológica del Estado de Baviera. Además, colabora activamente con la Fundación Panguana, una organización dedicada a la protección de áreas naturales y al impulso de investigaciones científicas en la Amazonía peruana.




















