Loreto: Fuerzas combinadas buscan a delincuentes que robaron 8 fusiles y municiones de la PNP
Presuntos disidentes de las FARC asaltaron puesto de vigilancia en la frontera con Colombia, redujeron a 4 policías y se llevaron armamento, cacerinas y municiones.
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Fuerzas combinadas de la Policía Nacional y del Ejército se encuentran desde la tarde de este 27 de marzo en Tierra Amarilla, frontera con el vecino país de Colombia que colinda con la provincia de Putumayo, región Loreto, en busca del grupo criminal que tomó por asalto un puesto de vigilancia donde robaron 8 fusiles HK G3, 16 cacerinas y 180 municiones.
De acuerdo a la manifestación de testigos, los delincuentes, presuntamente disidentes de las FARC, fueron unos diez malhechores los que sometieron y amordazaron al personal policial antes de huir con el armamento.
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Los cuatro policías que se encontraban de servicio en el PVF-PNP Tierra Amarilla fueron reducidos y enmarrocados en ese puesto cuya infraestructura se encuentra en ruinas, careciendo de equipos de comunicación, con armamento obsoleto e inservible y sin disponer de ningún medio de transporte.
Presuntos disidentes de las FARC asaltaron puesto de vigilancia en la frontera con Colombia.
Esta situación comprometía gravemente la seguridad y la capacidad operativa de los agentes en esa zona fronteriza crucial.
Como estos efectivos en Tierra Amarilla otros policías también enfrentan condiciones de extrema precariedad.
Esta tarde, el contingente policial de la comisaría sectorial y de la 35 Brigada Selva de Caballo Cocha salieron en búsqueda del grupo criminal que huyó con el armamento policial. El operativo conjunto se centra en la búsqueda y captura de los narco guerrilleros.
Las autoridades han reforzado la seguridad en la zona fronteriza para prevenir futuros incidentes de este tipo.
Algunos testigos que presenciaron el asalto del miércoles aseguran que no escucharon disparos. Solo soplaba un viento fuerte dice que provenía de la montaña. Ya eran las 11:00 de la noche y los efectivos estaban despiertos.
Cuando aparecieron los delincuentes todos los policías intentaron huir como pudieron, pero les apuntaron y redujeron. Temieron lo peor. En cuestión de minutos los hampones se escabulleron entre los árboles que sobresalían del boque.
