Lima y su urbanismo problemático: ¿por qué se le considera como la peor megalópolis de América Latina?
A pesar de contar con áreas modernas y espacios históricos, la ciudad presenta un crecimiento desordenado y una notable desigualdad en la distribución de recursos.
Lima, la capital de Perú, enfrenta importantes retos urbanos que la posicionan como una de las megaciudades con los peores indicadores de planificación y calidad de vida. Su rápido crecimiento poblacional ha ocasionado una expansión urbana desorganizada, lo que ha resultado en una grave congestión vehicular y en una deficiencia de los servicios básicos en muchas áreas. A esto se suma la proliferación de asentamientos informales y pueblos jóvenes en la periferia, lo que exacerba la situación. Este escenario pone de relieve la necesidad urgente de abordar las causas de la crisis urbana y las repercusiones que tiene en la vida de más de 10 millones de habitantes de la ciudad.
Lima es una de las ciudades más desordenadas en términos de planificación urbana, según varios expertos. Foto: El Reporte
¿Por qué es considerado como la peor megalópolis de América Latina?
Según el canal de YouTube Urbanópolis, especializado en urbanismo, el rápido crecimiento urbano de Lima, especialmente en la última década del siglo XX, ha generado uno de los mayores problemas urbanos en Latinoamérica. Este crecimiento desigual ha dado lugar a la expansión de los pueblos jóvenes, los cuales se han convertido en un objeto de estudio constante para comprender lo que no se debe hacer en términos de urbanismo y políticas públicas.
La mayoría de estos asentamientos, ubicados en la periferia, ha provocado un crecimiento desordenado que actualmente se estima en poco más de 2.800 kilómetros cuadrados. Esta expansión ha creado una clara distinción entre el estilo de vida de los limeños que viven en el centro y aquellos que residen en la periferia, donde la falta de servicios básicos resulta evidente.
La autoconstrucción y sus riesgos
En Lima, muchas de las viviendas son producto de la autoconstrucción, una práctica común en la región. Sin embargo, Perú al ser un país sísmico, esta situación representa una potencial bomba de tiempo. La falta de regulación y planificación en la construcción de estas viviendas aumenta el riesgo de desastres en caso de un sismo, lo que pone en peligro la vida de miles de ciudadanos.
Congestión vehicular y transporte público, la otra cara de Lima
En medio del caos urbano, la congestión vehicular se ha convertido en uno de los principales problemas de Lima. De acuerdo con el Ministerio de Transportes de Perú, el 75% de la población limeña trabaja fuera de casa y utiliza algún medio de transporte masivo. La mayoría de estos viajes se realizan en transporte público, mientras que solo el 16% utiliza vehículos particulares, lo que contribuye significativamente a los problemas de tráfico y contaminación.
Lima, junto con su vecina Callao, cuenta con un parque vehicular de 1,7 millones de autos que circulan diariamente. Aunque estos vehículos representan solo el 16% del total, la ciudad se ubica entre las más congestionadas del mundo, detrás de Ciudad de México, Bogotá y São Paulo.
La infraestructura urbana y sus desafíos de cara a futuro
A pesar de contar con distritos como Miraflores y San Isidro, que ofrecen zonas verdes y una infraestructura peatonal amigable, la ciudad enfrenta serios desafíos en su infraestructura urbana. La insuficiencia de espacios públicos y la desigualdad en la distribución de recursos crean contrastes significativos entre diferentes áreas de la ciudad.
La falta de planificación adecuada ha llevado a que muchas zonas carezcan de servicios básicos, lo que afecta la calidad de vida de sus habitantes. La necesidad de una reestructuración urbana que contemple un desarrollo más equitativo y sostenible es urgente.
Reflexiones sobre el urbanismo en Lima
La situación urbanística de Lima es un reflejo de la falta de planificación y regulación en el crecimiento de la ciudad. La combinación de un crecimiento desordenado, la autoconstrucción y la congestión vehicular ha llevado a que la capital peruana sea considerada la megalópolis con el peor urbanismo de América Latina. Abordar estos problemas es esencial para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y garantizar un desarrollo urbano sostenible.