Sociedad

Hombre construye casa sobre un acantilado con lo que encuentra en el mar, desde hace 25 años: "Me cambió la vida"

Su vida en soledad le enseñó a cuidar de su salud y a adaptarse al entorno natural, viviendo sin contacto cercano con la sociedad durante 25 años.

El Señor Luis, ermitaño en Puerto Morín, sobrevive con la pesca y reciclando materiales del mar. Amigos le brindan apoyo con agua y otros recursos cuando es necesario. Foto: composición LR/Dilo Nomas
El Señor Luis, ermitaño en Puerto Morín, sobrevive con la pesca y reciclando materiales del mar. Amigos le brindan apoyo con agua y otros recursos cuando es necesario. Foto: composición LR/Dilo Nomas

En una peña de la playa Cerro Negro, ubicada en Puerto Morín, La Libertad, se alza una vivienda que fue construida por Luis Vázquez, un hombre solitario de 71 años, qué hace 25 años, tras enfrentar diversas adversidades, decidió aislarse del bullicio de la ciudad y establecerse en este rincón apartado.

En un video realizado por el youtuber del canal Dilo Nomas, Luis, quien vive solo desde 1998, contó que para hacer su casa utilizó sus conocimientos en construcción civil, para convertir los troncos, llantas, plásticos, y otros materiales que el mar arrastró hasta la orilla, en lo que ahora llama su hogar.

La decisión de cambiar de vida

Luis decidió irse a vivir a la playa Cerro Negro debido a las dificultades económicas y personales que enfrentaba en la ciudad, donde a menudo no encontraba qué comer. La vida urbana se había vuelto insoportable para él, lo que lo llevó a buscar tranquilidad y una existencia más sencilla.

"Dios, Dios me puse acá, fue un cambio de vida, paraba perdido en el trago, a veces no comía (...), estaba pesada la cosa, y vine acá y no me faltaba comida", sostuvo Vásquez al canal de YouTube.

La Libertad | Puerto Morín | Cerro negro

Luis ha levantado su hogar con desechos arrastrados por el mar, mostrando ingenio al reciclar materiales para sobrevivir en soledad. Foto: captura de YouTube

Una vida de autosuficiencia y reflexión

Vivir en aislamiento no ha sido un obstáculo para que Luis se mantenga informado. A través de una radio, se conecta con el mundo exterior, escuchando programas de historiadores y científicos, y cultivando un profundo interés por la historia y la literatura. “Me gusta mucho la historia de José María Arguedas”, comenta, destacando su aprecio por la cultura peruana.

Aunque vive solo, Luis no se siente aislado. Tiene varios amigos en las cercanías que lo ayudan a conseguir lo que necesita, como agua potable y algunos víveres. También ha adoptado varios perros y gatos que le hacen compañía en su retiro junto al mar.

El respeto por el entorno

Luis ha adoptado un estilo de vida que respeta profundamente el entorno natural. Es consciente del impacto que pueden tener las acciones humanas en el medio ambiente y se esfuerza por minimizar su huella ecológica. Por ejemplo, desalienta a los visitantes de la playa a quemar llantas, un acto que, según él, es altamente contaminante. En lugar de eso, se dedica a recoger los plásticos que llegan con la marea, utilizándolos para mejorar su hogar.

"Yo siempre le digo a los muchachos cuando vienen a acampar que no quemen llantas. ¿Saben de qué es la llanta?, el caucho es un veneno, contamina", expresó cuando le consultaron sobre el cuidado de la ecología y el medio ambiente.

La Libertad | Puerto Morín | Cerro negro

Luis Vázquez ha mantenido su salud robusta a los 71 años, cuidándose activamente y adoptando hábitos saludables. Foto: captura de YouTube

Reflexiones de una vida en soledad

Tras sufrir un derrame cerebral en 1998, decidió seguir el consejo de un médico y buscar un lugar donde pudiera vivir en paz, lejos de los problemas que lo aquejaban en la ciudad. Este aislamiento, según él, ha sido beneficioso para su salud física y mental.

"Depende como lo tome uno, a mí (...) me dio un derrame en el 88 cuando yo me separo (...), me fui al psicólogo y me dijo, escoges la chacra o la playa, pero vive tranquilo en la soledad, y no te metes en problemas. Llegó un momento y me dije debo salir este círculo".

El futuro de Luis en Cerro Negro

Luis se muestra satisfecho con la vida que ha llevado en Cerro Negro. A pesar de las dificultades, considera que ha encontrado en este lugar un refugio donde ha podido reconstruir su vida. Aunque sabe que el tiempo no se detiene y que la vejez trae consigo nuevos desafíos, se mantiene optimista y sigue disfrutando de cada día en su hogar junto al mar.