Sociedad

Dengue aumenta en Perú: pacientes cuentan cómo atraviesan las etapas de la enfermedad

Testimonios. La ola de dengue ha seguido creciendo en el país: en esta última semana alcanzamos los 112.000 casos y las 117 víctimas de la enfermedad. La República llegó hasta una Unidad de Vigilancia Clínica (Uviclin) de pacientes con dengue, en el hospital Sergio Bernales, de Collique, y pudo conversar con personas que atraviesan distintas etapas de la enfermedad. Estos son sus testimonios.  

Espera. Aurelia Canchachi (37) se sintió mal, pareció mejorar y tuvo una recaída que la llevó al hospital por dengue. El miércoles todavía debía esperar para ser dada de alta. Foto: Marco Cotrina
Espera. Aurelia Canchachi (37) se sintió mal, pareció mejorar y tuvo una recaída que la llevó al hospital por dengue. El miércoles todavía debía esperar para ser dada de alta. Foto: Marco Cotrina

La mañana del martes 2 de abril, Aurelia Canchachi, 37 años, madre de dos niños, despertó con un fuerte dolor de cabeza, náuseas, mareos y escalofríos. La cintura le dolía terriblemente. Pensó que era una infección urinaria o quizá una fuerte gripe. Fue a la farmacia y compró pastillas para la infección y el dolor. Las tomó, pero al día siguiente seguía sintiéndose mal.

Al tercer día, el dolor era tan fuerte en la espalda y la cintura que incluso fue a un consultorio particular para un chequeo médico y hacerse una ecografía de los riñones. Ahí el doctor que la vio le dijo que tenía síntomas de dengue, y recomendó descanso e hidratación. Recién entonces dejó las pastillas que estuvo tomando y empezó a consumir líquidos.

“No relacionaba lo que tenía con el dengue. Nunca había sentido un malestar así, y me extrañaba que a pesar de los antibióticos el malestar persistía. Ahora sé que no se debe tomar cualquier pastilla porque puede ser peor”, cuenta sentada en su cama de la Unidad de Vigilancia Clínica (Uviclin) de pacientes con dengue, del hospital Sergio Bernales, en Collique.

El viernes 5 de abril se sintió mejor y pensó que ya estaba empezando a recuperarse. Pero no era así. El sábado nuevamente volvió la fiebre, el dolor de cabeza, dolor corporal, escalofríos y una hemorragia vaginal. Entonces fue de emergencia al hospital y ahí, tras un análisis de plaquetas, confirmaron el dengue.

Los primeros días fueron terribles, pero ese sábado fue el peor. Aquí me internaron y me empezaron a dar suero por vía endovenosa porque no toleraba la comida”, cuenta.

Poco a poco fue recuperándose en los siguientes días. Conversamos con ella el miércoles pasado y ya podía ingerir alimentos y sentarse sin sentir malestar. La mayoría de síntomas había desaparecido y probablemente en un par de días más le darán de alta. Aún tenía una molestia que es una secuela de la primera fase: una picazón constante en manos y brazos.

“La doctora me ha dicho que eso es parte de la fase terminal de la enfermedad”, dice Aurelia, desde su cama cubierta por un mosquitero. Personal de Salud señala que todo paciente por dengue debe usar esta malla por cuanto, aunque estas son zonas seguras, si por alguna razón apareciera un zancudo y picara a un enfermo, podría picar al personal y contagiarlo.

 Monitoreo. Personal del hospital Sergio Bernales atiende casos de pacientes que llegan de los distritos de Lima norte en la Unidad de Vigilancia de Dengue de ese nosocomio. Foto: Marco Cotrina

Monitoreo. Personal del hospital Sergio Bernales atiende casos de pacientes que llegan de los distritos de Lima norte en la Unidad de Vigilancia de Dengue de ese nosocomio. Foto: Marco Cotrina

Una ola que avanza

En la Uviclin del hospital Sergio Bernales de Collique que visitamos hay 20 pacientes internados. Cada día, en promedio, salen de alta tres de ellos y poco después otros pacientes ocupan esas camas. En el área de gestantes hay otra unidad similar con 12 camas y en el de pediatría otra con 8 camas. También hay una unidad de UCI para pacientes que se complican y deben recibir tratamiento más complejo.

“En el hospital hemos atendido 1.700 casos y el 60% han debido ser hospitalizados. A esta Uviclin llegan pacientes con signos de alarma: fiebre, malestar general, dolor de cabeza, retroocular o de cuerpo, vómitos, hemorragias. Una vez que se identifica el dengue, se establece las funciones vitales para ver la hidratación que necesitan”, explica la doctora Diamantina Moreno, médico infectóloga tropicalista.

Los pacientes son dados de alta cuando los signos de alarma desaparecen y, como mínimo, luego de tres días de hospitalización.

En otra parte de la sala encontramos también a Carlos Egúsquiza, 54 años, quien está aquí desde el sábado pasado y aún no supera los malestares de la enfermedad. Cuenta que el primer síntoma que notó fue un dolor abdominal que era como tener la barriga muy hinchada. Con las horas, el dolor fue aumentando. Al día siguiente ya empezó la fiebre, el dolor de cabeza, los escalofríos.

“Los primeros cinco días fueron una experiencia terrible. A mí ni siquiera el Covid-19 me ha dado. Casi nunca he pisado un hospital. Y desde que me enfermé hasta ahora, que ya son diez días, he bajado como 10 kilos”, cuenta echado en su cama y todavía con una vía intravenosa en el brazo. Cuando ya fueron bajando los síntomas, un día antes de nuestra visita, recién pudo comer. Ya está mejorando, pero todavía deberá quedarse un poco más.

Más allá, Dixana Ramón, 20 años, estudiante de Comunicación, cuenta que se sintió mal el 1 de abril y que llegó a tener fiebre de 40 grados. Ella, a pesar del malestar siguió yendo a clases. El quinto día, en los baños de la universidad se sintió mal y escupió sangre. “Tenía nauseas y como no comía, me dio una hemorragia”. Volvió a su casa y fue al hospital por emergencia. Horas después la internaron.

Quizá por su juventud, su recuperación, a través de suero a la vena ha sido rápida. Conversamos con ella el miércoles pasado y ese día ya iba ser dada de alta. Ya comía dieta blanda y no tenía ningún malestar. Por ahora solo siente el estómago un poco inflamado, pero le han dicho que es una secuela que poco a poco va a ir desapareciendo. Su mamá y su hermanito también se contagiaron, pero en ellos fue más manejable y están en su casa.

 Equipo. Doctora Diamantina Moreno (al centro) y personal de salud de la Uviclin para el dengue del hospital Sergio Bernales. Foto: Marco Cotrina

Equipo. Doctora Diamantina Moreno (al centro) y personal de salud de la Uviclin para el dengue del hospital Sergio Bernales. Foto: Marco Cotrina

El dengue no es necesariamente mortal, pero produce una etapa de convalecencia dolorosa, y puede complicarse con hemorragias o daños en riñones, pulmones, corazón, sistema nervioso. También afecta las plaquetas en la sangre. La sensación de escozor en las extremidades también es una secuela que desaparece poco a poco. La convalecencia es de 10 a 15 días en la fase más peligrosa, pero la recuperación total puede tomar un mes o poco más.

“Este año ha habido un aumento de casos respecto a otros años. La curva está alta todavía, pero se espera una disminución de los casos en las próximas semanas”, dice la doctora Diamantina Moreno. Tras ella, los pacientes descansan bajo los mosquiteros, con vías de suero en los brazos, esperando que el dengue empiece a irse de sus cuerpos.

La mayor epidemia de los últimos años

Hasta la semana 13 del 2024 se habían registrado 112.000 casos de dengue y 117 fallecidos por el virus, el triple de víctimas que el mismo periodo del año pasado.

En la región Lima se han registrado 22.000 casos hasta la fecha y es la segunda región con más casos detrás de La Libertad, que sumó 23.000. La mayoría de casos de la región Lima se registran en la zona de Lima metropolitana con 16.000 casos.

 Curada. La estudiante Dixana Ramón (20) llegó en muy mal estado al hospital, pero se recuperó en tres días. Ya le dieron de alta. Foto: Marco Cotrina

Curada. La estudiante Dixana Ramón (20) llegó en muy mal estado al hospital, pero se recuperó en tres días. Ya le dieron de alta. Foto: Marco Cotrina

El ministerio de Salud ha realizado acciones de control larvario en 14 distritos de la capital, en un total de 210.000 viviendas. La estrategia de combate al zancudo Aedes aegypti tiene dos fases: la de control de huevos, larvas y pupas; y la de fumigación cuando el zancudo ya ha llegado a la adultez.

La prevención implica cerrar herméticamente las fuentes de agua (pozos, recipientes), eliminar objetos inservibles que puedan almacenar agua como llantas, vasijas rotas, etc., y evitar tener floreros y recipientes con agua por mucho tiempo en casa.

Serotipos

El dengue tiene cuatro serotipos diferentes, por lo que contagiarse de uno de ellos no provoca inmunidad contra los otros tres.

23.120

contagiados tiene la región La Libertad, la primera con más casos de dengue.