Conoce a las lideresas amazónicas que sobresalen en el ámbito agrícola: "Me dieron a elegir entre mi familia o mi trabajo"
El trabajo de la agricultura, generalmente, está liderado por hombres; sin embargo, en la actualidad, hay una mayor presencia femenina en este ámbito. Entre ellas, destacan las historias de Lubina y Delly, mujeres que han logrado sacar adelante a sus familias mediante sus emprendimientos.
En la selva peruana, dos mujeres, Lubina Cruz y Delly Neyra, se destacan en el ámbito agrícola. A través de su tenacidad y emprendimiento, han logrado no solo sostener a sus familias, sino también inspirar a sus comunidades. Descubre las historias de estas lideresas amazónicas que han enfrentado retos y han tomado decisiones cruciales para alcanzar el éxito.
¿Quién es Lubina Cruz?
Lubina Cruz es una agricultora de palmito en una comunidad amazónica de Perú. Como madre soltera, ha demostrado una resiliencia extraordinaria, ya que ha sacado adelante a sus dos hijos gracias a su trabajo con el pijuayo.
"Yo he sacado sola adelante a mis dos hijos gracias al pijuayo, ellos son profesionales y han estudiado, ahorita solo me encargo de mi nieta, ella me acompaña siempre", manifestó Lubina en una entrevista para la agencia Andina.
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¿En qué consiste su emprendimiento?
Su emprendimiento se basa en el cultivo del pijuayo, una palmera amazónica cuyo fruto es esencial para la gastronomía local. Con la ayuda de PERÚ-Hub, ha logrado optimizar su producción y mejorar tanto la calidad como la cantidad de sus tallos, lo que ha elevado su economía y calidad de vida.
"Tengo un buen rendimiento, una buena producción y eso me genera buena economía, realmente esta intervención me ha ayudado a incrementar el precio de las ventas de mi cultivo, lo que también me ayuda a seguir saliendo adelante sola", expresó Cruz.
¿En qué consiste PERÚ-Hub?
El pijuayo mejoró su producción gracias a la colaboración de PERÚ-Hub, un proyecto impulsado por la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
"Yo también he tratado de asistir a las clases, capacitaciones que nos dan para poder aprovechar todo lo que puedo, mi nieta también me ayuda en lo que puede, ella también tiene que aprender para que el negocio pueda manejarlo ella más adelante", relató.
El pijuayo es una de las palmeras emblemáticas originarias de la cuenca amazónica. Foto: Andina.
¿Quién es Delly Neyra?
Delly Neyra es la líder de Chocowarmis, un emprendimiento de mujeres indígenas dedicado al cultivo de cacao en la comunidad nativa de Copal Sacha. Ella ha roto barreras en una industria dominada por hombres y ha demostrado que las mujeres pueden liderar y prosperar en el sector agrícola.
"Siempre quise aprender lo que era formar una asociación, cómo liderar, cuáles eran nuestras metas, las mujeres podemos todo, tenemos todo para hacerlo, siempre me sentí en la necesidad de crear algo por mi cuenta", comentó Delly en una entrevista para la agencia Andina.
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¿En qué consiste su emprendimiento?
PERÚ-Hub ha marcado un antes y un después en la trayectoria de Chocowarmis al descubrir un clon de cacao con el potencial de clasificarse dentro del prestigioso segmento de cacao fino de aroma. Este hallazgo ha sido crucial para el emprendimiento y ha facilitado la elevación de la calidad de sus productos, además de abrir oportunidades para la expansión hacia mercados internacionales.
"Esta asociación nos ha apoyado bastante, me han guiado en el mantenimiento de las parcelas y su cuidado, mejorando la calidad y la producción de mi cultivo. Realmente me hace muy feliz, estoy muy agradecida por los conocimientos que nos han dado", explicó Neyra.
¿Por qué le dieron a elegir entre su familia o su negocio?
Delly enfrentó un dilema cuando su esposo le planteó elegir entre su familia o su trabajo en la agricultura. A pesar de ello, decidió seguir su pasión por el cacao y liderar Chocowarmis, así demostró que es posible equilibrar la vida familiar con el éxito empresarial.
"Desde hace mucho tiempo, antes de empezar este negocio, en mi mente ya tenía la idea de crear una parcela de cacao, aproximadamente de 4 hectáreas, y fue hasta que mi esposo me dijo '¿Sabes qué, negra? ¿Qué prefieres, tu familia o tu trabajo?' Tomé la opción de hacer agricultura y ser una negociante", recordó.