Sociedad

Jefe de la Defensoría del Pueblo de Arequipa: "Son tiempos difíciles y tampoco hay respuesta ciudadana"

Ángel María Manrique Linares es el se desempeña como Jefe de la Oficina de la Defensoría del Pueblo de Arequipa. Realiza un análisis acerca de las autoridades.

Para Manrique, asombra la desidia de las autoridades y la indiferencia ciudadana. Foto: Rodrigo Talavera / La República
Para Manrique, asombra la desidia de las autoridades y la indiferencia ciudadana. Foto: Rodrigo Talavera / La República

El representante de la Defensoría del Pueblo en Arequipa hace un análisis del desempeño de las autoridades políticas y de cómo no tienen una visión a futuro para la región.

¿Cuál es su análisis de la gestión de las autoridades?

Son tiempos muy difíciles para Arequipa, enfrentamos una crisis del sistema político, pero también una crisis de ciudadanía. En tiempos anteriores, Arequipa ha vivido terremotos, sequías, situaciones políticas difíciles y siempre hubo una respuesta de la ciudadanía. Advertimos con preocupación que, en este momento, no hay esa respuesta.

¿De los ciudadanos o de las autoridades?

De ambas partes, pero me llama la atención la falta de respuesta de la ciudadanía. Se ha perdido el interés por la política, el bien común y está ganando el interés personal. No estamos viendo a la ciudad con una visión a futuro (…). Por ello, la primera respuesta que necesitamos es una convocatoria de las autoridades a la unidad para empezar a definir los problemas y la visión a futuro.

Por ejemplo, ante el anuncio de la presidenta sobre la petroquímica, vemos cómo en Ica ya hay coordinaciones para que se instale allí un proyecto que va a definir el desarrollo de la región. En Arequipa no hemos visto nada. Corresponde que el gobernador convoque a la empresa privada, a la academia para visibilizar las fortalezas. Si no la hay, vamos a perder el partido por walkover.

Pero algunos especialistas decían que esta promesa aún no es factible, porque el gasoducto ni siquiera ha llegado al sur

Así es, no corresponde que, ante estos debates técnicos, desde las autoridades no se haga nada. Con mayor razón se tiene que convocar a la unidad de Arequipa con respecto a los proyectos estratégicos: los temas energéticos, de hidrocarburos, a los sectores de turismo, educación y salud para empezar a buscar soluciones. Las soluciones no la pueden dar únicamente los funcionarios. Hemos visto que los propios gerentes de educación y salud no han podido dar respuesta ni solución a los problemas críticos. El gobernador debe convocar a las universidades, a los colegios profesionales, a los ciudadanos y que pueda escuchar nuevas ideas y propuestas.

¿El gobernador no tiene definido un rumbo en educación y salud?

Vemos con preocupación que se han tenido hasta posiciones divididas en los sectores. Hace unas semanas, los directores de las Ugels desconocían cuál es la política regional de Educación. (…) El balance en los sectores estratégicos es, desde nuestra lectura, negativo.

Hemos escuchado el discurso del alcalde Rivera en la sesión solemne...

No puede ser que desde el gobierno nacional se anuncie un fideicomiso para la reforma del transporte y bajo la estrategia de movilidad urbana solo para Lima y Callao. Y desde Arequipa no se dice nada. El problema del transporte no solo es del municipio provincial sino también de la ciudadanía.

¿Le parece viable el proyecto del teleférico que no estaba en su campaña?

 No estaba en la campaña, ni en un banco de proyectos. Es uno de mediano y largo plazo, porque hay que aterrizarlo a un perfil, luego a un expediente técnico y ver qué empresa privada se va responsabilizar. Lo cierto es que está en trámite y a punto de fracasar el Sistema Integrado de Transportes.

Y en Seguridad Ciudadana

No vemos un trabajo articulado del gobierno regional y municipios para enfrentar la inseguridad.

Antes había Serenazgo Sin Fronteras, ¿Qué podría proponerse ahora?

Hay una buena alternativa respecto a la conformación de las grandes manzanas, con la experiencia que hemos tenido en Pablo VI. La vemos positiva, en la medida que ya se identifica el problema desde un ámbito territorial, lo que permite focalizar la intervención del estado, en transporte, limpieza pública. (…) Pero si aún no está aprobado el plan regional de seguridad ciudadana que compete al gobierno regional y la articulación con distritos, vamos a seguir dando anuncios aislados sin ningún resultado. Eso implica que las autoridades, en este mes aniversario, tienen que hacer su autocrítica y autoanálisis sobre cómo han ido avanzando.

No se ha escuchado eso en el discurso del alcalde, ¿no?

En ningún discurso de las autoridades políticas vemos una autocrítica. Eso genera un problema, porque los cantos de sirena y los aplausos de tribuna pueden desorientar la visión de la autoridad. Tienen que hacer un corte, un balance y a partir de eso definir una ruta estratégica. Pero vemos que la curva de aprendizaje de las autoridades se está prolongando en este año.

Como Defensoría ¿qué plantearía en el sector Educación?

Desde marzo, hemos pedido a la gerenta de Educación que tengamos un diagnóstico real sobre la infraestructura educativa en Arequipa y también le pedimos el plan regional de infraestructura educativa, pero no hay respuesta.

Y la gerenta no dice nada

Si es que los propios directores de Ugeles le informan al gobernador que no tienen clara cuál es la política educativa regional, obviamente hay un problema de liderazgo en la gerencia. Por otro lado, el gobernador anuncia que Arequipa tiene que ser la capital de la calidad educativa y hasta el momento no se tiene claro, bajo qué estrategias y cuál es el objetivo que queremos.

¿En similar situación está el sector Salud?

Los problemas de los hospitales son históricos. El caso del Goyeneche ha sido tan manoseado que la propia ciudadanía desconfía de todos los anuncios. Nos enteramos que hay un arbitraje por la elaboración del expediente técnico que se dejó en la época de Yamila Osorio. Para que eso se resuelva va a pasar como mínimo un año (…) lamentablemente, el sistema está coaptando a las nuevas autoridades ¿Cuántas denuncias han hecho las nuevas autoridades de las anteriores gestiones?

¿Hay una suerte de ocultamiento?

Dijimos desde el año pasado que el principal problema de Arequipa es la crisis ética, que hay un problema de corrupción muy grave. La Contraloría informó que más de 1.100 millones de soles se pierden en Arequipa.

¿Y en la Defensoría las instituciones más quejadas cuáles son?

Hasta el año pasado, la municipalidad provincial de Arequipa y EsSalud son las instituciones más quejadas.

El año pasado, dijo que en la época de Kimmerlee Gutiérrez, pasábamos por el peor momento de la historia republicana de Arequipa. ¿Lo que estamos pasando ahora, supera ello?

No, no lo ha superado. Pero creo que seguimos en el peor momento. Arequipa nunca había tenido un gobernador preso y un alcalde con orden de captura. Ante esas situaciones, la ciudadanía hubiera salido en rechazo de pedir una reivindicación moral, pero eso no ha ocurrido. Por eso digo que hay una crisis de ciudadanía.

¿Qué lectura tiene de la ausencia de los congresistas en el aniversario de la ciudad?

Que Arequipa está absolutamente sola, vive una orfandad absoluta del gobierno nacional. Ninguna mención en el discurso presidencial, ningún proyecto emblemático estratégico en el corto plazo que pueda comprometer el trabajo de los tres niveles de gobierno, ningún mensaje de esperanza ni de unidad por parte del gobierno nacional. Estamos prácticamente en el exilio.

Si venían probablemente se hubieran ganado el rechazo popular

La crisis de representatividad afectó a todas las autoridades políticas. Por eso nuestra reflexión va a que las autoridades convoquen, asuman el liderazgo, informen cómo se van a resolver los problemas de la región y de la ciudad y, a partir de ello, empezar a cambiar esta historia tan triste en la que está sumergida Arequipa.