Hombre es asesinado de 21 balazos cuando salía de un hotel en Ate
Sicarios lo atacaron y huyeron en moto. El fallecido tenía antecedentes por usurpación, robo agravado y tráfico ilícito de drogas.
Otro caso de sicariato se registró en Ate Vitarte, el distrito limeño donde se han cometido 26 crímenes bajo esa modalidad, entre enero y abril de este año, índice que lo convierte en la segunda jurisdicción de mayor incidencia, después de San Juan de Lurigancho. Dos sujetos en moto ejecutaron de 21 balazos a José Luis Oscco Huamantinco (40), un hombre con antecedentes por usurpación y robo agravado.
El hecho se registró la noche del sábado, cuando la víctima salía del hotel Santa Rosa, ubicado en la tercera etapa de la urbanización Santa Rosa.
PUEDES VER: Hincha de Universitario acude al Monumental, deja estacionada su camioneta afuera y se la roban
Oscco se encontraba dentro de una camioneta que, según la Policía, es de propiedad de Rosa Chombile, una mujer que ha sido investigada por el Departamento de Investigación Criminal de San Juan de Miraflores por proxenetismo y favorecimiento a la prostitución. Incluso, en el 2005, fue detenida por tráfico ilícito de drogas.
Cuando los asesinos llegaron, se acercaron a la ventanilla del vehículo y sin mediar palabras le dispararon a diestra y siniestra. El suceso fue comunicado a la División de Homicidios por el comandante Marco Antonio Esteban Solís, jefe de la Comisaría de Vitarte.
José Luis Oscco tenía antecedentes por tráfico ilícito de drogas. El 21 de octubre del 2022, fue detenido por delito contra la vida, el cuerpo y la salud (lesiones leves) y el 14 de octubre del 2017 también estuvo intervenido por robo agravado.
Los investigadores creen que el asesinato está vinculado a uno de esos delitos y, además, tratan de establecer si el fallecido, en forma paralela, había montado un negocio ilícito.
Fueron 21 los disparos que realizaron los homicidas: unos dieron en el tórax, otros en la cabeza y el resto en los miembros superiores. Los impactos, a decir de los peritos, marcan la ferocidad del tirador. Una característica que se repitió en al menos cinco crímenes similares que ocurrieron en Ate en los últimos cuatro meses.