"Tenía que seguir luchando": padre de bebé arrastrado por huaicos nunca dejó de buscarlo
José Luis Castillo narró cómo la fuerza del huaico lo separó de su bebé de 2 años; sin embargo, no se dio por vencido y pudo reencontrarse con su familia.
Tras ser arrastrado por un huaico junto con su bebé de 2 años en la zona de Jicamarca, en San Juan de Lurigancho, José Luis Castillo pensó lo peor. El joven padre había tomado a su hijo para intentar escapar del lodo y piedras que inundaban su casa y las calles, pero ambos se separaron por la fuerza de la naturaleza, antes de ponerse a buen recaudo.
En diálogo con los medios de comunicación, José Luis contó que momentos previos al desastre su esposa le había pedido que vuelva a su vivienda para sacar a su hijo de 2 años, ya que ellos se encontraban trabajando.
“Ha sido algo que nunca pensé pasar, todo pasó de la nada, yo estaba trabajando y mi esposa me dice ‘amor, anda para la casa’, yo le dije que ya iba, cuando el agua vino con más fuerza, yo fui a mi casa, quise entrar por el hospital, pero no se pudo, por la espalda salté la valla de la puerta y ahí estaba mi hijito que se levantó”, narró.
El sobreviviente tomó la decisión de salir de su vivienda con su pequeño; no obstante, un paso en falso hizo que tropezara y cayera al lodazal. “Ya llegando pisé mal y me jaló (el huaico) como 100 metros, siempre con mi hijito. Intenté agarrarme de una soga, pero no pude, vi una puerta de metal, ya me iba a ir, toqué una varilla y me agarré fuerte con mi hijito”, continuó.
Fue ese momento en el que José Luis no pudo más y la fuerza del huaico hizo que su bebé se desprendiera de su brazo. “Ya no podía, como sea me subí a la ventana de esa casa, pensando en mi hijo, me preguntaba qué le va a pasar a mi hijo, llorando preocupado, golpeado y sin fuerzas, pensé en mi esposa, qué le digo, estaba cansado”, añadió.
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Pese a los golpes y al cansancio, logró escuchar la voz de uno de sus vecinos, quien le avisaba que su hijo estaba bien y a salvo. Había sido rescatado por Armando Hugo Ureta Yalico y otros residentes de la zona, ellos estaban atentos tras el aviso de una mujer que había visto al menor en medio del barro.
“Un vecino me dice ‘tu hijo está allá’ eso fue una motivación, como sea me levanté. Tenía que seguir luchando”, finalizó José Luis Castillo desde el Hospital San Juan de Lurigancho, donde se recupera al lado de su hijo.
Finalmente, el menor fue dado alta del establecimiento de salud donde estaba siendo atendido y fue recogido por su madre.