Sociedad

Sin parámetros: “La mano invisible”

Por Patricio Quintanilla.


Por Patricio Quintanilla Paulet. Foto: La República/Archivo
Por Patricio Quintanilla Paulet. Foto: La República/Archivo

En 1776, un filósofo escocés, radicado en Inglaterra, publica un libro “Naturaleza y Causa de la Riqueza de las Naciones”, se trata de Adam Smith considerado el Padre de la Economía, por su aporte a esta ciencia.

En su obra, más conocida simplemente como “La Riqueza de las Naciones”, expone dos conceptos principales como la base del crecimiento económico, que son la División del Trabajo y Oferta y Demanda.

La división del trabajo

Smith sostenía que a través de la división de trabajo los trabajadores desarrollaban más habilidad y destreza en sus tareas logrando una especialización y consecuentemente una mejora en su productividad.

Adicionalmente consideró que esto permitía un ahorro en capital, porque el trabajador utilice la misma herramienta, en lugar de disponer de varias.

Una aplicación práctica de esta propuesta fue el diseño de la producción en serie de Henry Ford a inicios del siglo XX, con lo cual desarrolló la producción en serie, lo que permitió bajar costos y pagar mejores remuneraciones. Una teoría económica reciente establece una relación entre la productividad marginal del trabajo y el salario que los empresarios están dispuestos a pagar.

Oferta y demanda

La ley de oferta y la demanda, de manera muy simplificada establece que un aumento en la demanda origina aumento de precio y si lo hace la oferta el precio baja y viceversa. En el análisis de Adam Smith, se crea un círculo virtuoso: al aumentar la demanda, las fabricas producen más, aumenta la oferta y el precio baja. Esto beneficia a los consumidores.

Todo esto en el supuesto de libre mercado, de manera que la competencia es fundamental en este análisis.

Este sistema está consignado en la Constitución vigente y ha demostrado de manera contundente el efecto positivo que tiene para el país en crecimiento económico, empleo y reducción de la pobreza; lamentablemente situaciones adversas como la pandemia y los desórdenes políticos y sociales lo han afectado, pero son causas ajenas al sistema mismo.

La mano invisible

La propuesta de Smith es que la búsqueda del interés propio se traduce en beneficios para la sociedad; un desarrollo productivo desarrollado por una empresa, sin duda la favorece, pero el proceso demanda empleo, genera ingresos, paga impuestos y todo ello es beneficioso para la sociedad. Esto está basado “en nuestro interés vivir en un estado de derecho donde se respetan los derechos de los ciudadanos y la ley”.

Una de las frases célebres de Adam Smith es “Ninguna sociedad puede ser feliz y próspera si la mayor parte de sus ciudadanos son pobres y miserables”. Esto desvirtúa totalmente la crítica a este autor, cuyos detractores dicen que su única propuesta es favorecer a los empresarios sin ninguna preocupación por la sociedad.

Conclusión

Han pasado casi 250 años de la publicación de la “Riqueza de las Naciones” y los postulados básicos están vigentes; el Perú es una demostración de ello, que desde 1990 viene aplicando esta política, con excelentes resultados hasta la aparición de los factores negativos, arriba mencionados.