Sociedad

La familia Salcedo inmortaliza con sus manos la historia de Cajamarca

El Parque de las Esculturas Gigantes, un atractivo turístico con poco apoyo, reúne 25 imágenes de hasta 6 metros de altura y 30 toneladas. Clemente, sus tres hijos y una asociación de artesanos han colocado incluso juegos extremos para atraer visitantes.

Estas esculturas representan un gran atractivo turístico en Cajamarca. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR
Estas esculturas representan un gran atractivo turístico en Cajamarca. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

Cajamarca significa ciudad fría, pero arde desde el corazón de sus habitantes, aun en los días con lluvia. Nadie apaga en ellos el inquebrantable amor por sus orígenes, costumbres y fiestas. Clemente Salcedo Chávez (61) se dio cuenta de eso desde los 12 años, cuando su padre le enseñaba a tallar las piedras.

Apenas reunió dinero e ilusiones, en 2011 decidió usar sus manos de escultor para inmortalizar esos sentimientos y la historia de su pueblo. Junto con sus tres hijos moldeó las 25 imágenes que nos rodean en un cerro a las afueras de la ciudad.

 Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

"Somos los picapedreros. Decidimos hacer estatuas gigantes para dejar arte y cultura a nuestra Cajamarca", afirma Clemente mientras caminamos con su hijo Florencio Salcedo (36) hacia la primera figura que crearon: el pastor andino. “Está cargando un carnero. Son 500 kilos".

El Parque de las Esculturas Gigantes, en el caserío de Llanomayo, a 50 minutos del centro, recrea en su mayoría el proceso histórico de esta región con pasado incaico. Las imágenes de granito tienen hasta seis metros de altura y 30 toneladas de peso.

 Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

En el ingreso al lugar, cuya entrada es de 5 soles, está la escultura del chuncho, exponente del folclore. Esta danza típica se baila con caja y flauta. Este bailarín es el único que puede vestirse de negro. Lleva cushuro (máscara de lana), látigo y vasija para la chicha. También vemos al chasqui, mensajero ancestral que corre veloz con su vestimenta y carga.

Estamos en el mes del carnaval de Cajamarca y no podía faltar el Clon Carnavalero. “Tiene el cucurucho, globos y máscara. Está cantando, lleva acordeón, disfraz y el recipiente de chicha volteado porque ya está mareado", describe Lorenzo. También vimos al arcángel San Miguel, con sus alas blancas y doradas, espada en mano, en plena batalla celestial.

Esta cumbre es dominada por el inca Atahualpa. Mascaipacha, uncu (túnica), llacolla (capa), brazaletes, cinturón, todo al detalle. “Cuenta con 6 metros y 30 toneladas. Recordamos el encuentro de dos mundos en Cajamarca”, rememora Florencio.

Este destino es nuevo y, lamentablemente, no tiene el apoyo suficiente de las agencias de turismo locales. Las familias deben llegar por ahora en movilidad particular.

 Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

La Asociación Benéfica Lirio de los Valles para la Ayuda Mutua de las Familias Artesanas, presidida por Julio Salcedo, otro de los hijos de Clemente, pide mayor difusión. “No solo somos nosotros, sino que damos trabajo a la comunidad", resaltan.

Incluso han implementado deportes extremos para hacer completa la visita. “Hay un puente colgante de 35 metros, bicicleta en el cielo, columpio de 13 metros y un teleférico. La meta es cinco estatuas más y búngalos subterráneos”, explican.

Florencio confiesa que evalúan hacer una estatua para su padre, quien ha enseñado a varias generaciones. Clemente, tímido, solo pide una cosa: “Quiero que digan, cuando mañana me pierda, que fui un buen artesano y un buen abuelo para mis nietos".

 Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

Cajamarca. Vistosas escultoras adornan el paisaje. Foto: Erwin Valenzuela/URPI-LR

Ven y admira esta belleza, que en Cajamarca se alza con fuerza y grandeza. Llevan esencia y legado de un pueblo que lucha con valentía y coraje.

¿Cómo llegar?

En movilidad particular, toma la carretera hacia Bambamarca hasta el kilómetro 4,5. Ingresa por la vía Puruay hasta el parque, terreno afirmado. Otra opción es ir en transporte público hasta la entrada a Puruay por 2 soles y caminar casi una hora. Finalmente, puedes contratar el servicio de una agencia de turismo o un taxi particular.