Polémica por aumento en edad de jubilación
proyecto. CGTP se opone por considerar que frena acceso laboral a jóvenes. Economista señala que tiene pros y contras.
El proyecto de ley que plantea elevar la edad de jubilación de 70 a 75 años ha generado opiniones encontradas, pues un sector considera que de aprobarse la norma no se daría el cambio de generación laboral y frenaría el acceso al empleo de miles de jóvenes. En tanto, otro grupo opina que el planteamiento tiene sus pros y sus contras.
El secretario de Defensa de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Carlos Rosales Asmat, declaró a La República que su central sindical se opone totalmente a dicho proyecto.
“Los trabajadores aportan tanto a la ONP como a las AFP. De aprobarse la norma, significaría cinco años más de aporte. Otro factor es que se va a perjudicar a la juventud, porque hay jóvenes que están expectantes por un puesto de trabajo, pero si un empleado va a laborar cinco años más, esa juventud va a estar postergada. ¿Quieren que los jóvenes se vayan del país?”, se preguntó Rosales.
Añadió que, por el contrario, la CGTP presentó hace años un proyecto para rebajar la edad de jubilación de 70 años (hombres y mujeres) a 65. “Así se podría generar puestos de trabajo. No nos engañemos, la modernización del Estado requiere de personal joven, dinámico. Constatamos que cuando uno va a una institución pública ve a gente con más de 50 años, cuyo trato con los usuarios es parsimonioso, a veces de mal humor, no te dan una buena atención”, indicó Rosales Asmat.
Por otra parte, el presidente del Instituto Economía y Empresa (IEE), Francisco Huerta Benites, manifestó que el proyecto tiene de positivo y negativo.
“Esta eventual norma reconoce que ha aumentado la esperanza de vida en Perú. Y con la tecnología aumentan también los años laborales; en tercer lugar, se puede hacer más cotizaciones a la ONP o AFP para que se pueda recibir una pensión adecuada”, comentó.
Sin embargo, Huerta refirió que, de darse la ley, debe ser reglamentada para evitar que haya empleados que se conviertan en una carga para las empresas o el Estado mismo.