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Sociedad

Eugenio Zaffaroni: "Poderes judiciales persiguen a líderes populares con el pretexto de la corrupción"

Entrevista. Exmiembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y exjuez argentino, Eugenio Zaffaroni y su discípulo Guido Croxatto.

Exmiembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Raúl Zaffaroni. Foto: Rodrigo Talavera/La República
Exmiembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Raúl Zaffaroni. Foto: Rodrigo Talavera/La República

Zaffaroni y su discípulo Guido Croxatto participaron en varias charlas y ponencias en Arequipa. La República conversó con ellos sobre la álgida situación de Latinoamérica y el caso peruano. Zaffaroni, exmagistrado en Argentina e integrante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, también fue asesor legal de Evo Morales cuando este era procesado por delitos de sedición en su país. Quizá ello explica su apego a los líderes populares.

–¿Cuáles son los retos de la justicia penal con democracias magulladas?

– La situación de nuestros poderes judiciales es irregular. En Ecuador barrieron todo y eligieron uno a gusto. En la dictatura de Jeanine Áñez (Bolivia)los jueces eran amenazados por grupos armados. Hay una coaptación de poderes judiciales con métodos distintos que permite la persecución de líderes populares. El pretexto es la corrupción, esta es la caza de brujas.

–¿Cree usted que la corrupción sea la disculpa?

– Un gobierno (al menos el argentino) tiene 3.000 funcionarios. No se garantiza que ese grupo no haya corruptos. En nuestra región, está la financiación de campañas electorales. Hay grupos políticos que disponen de dinero y otros no. La gran corrupción no viene por ese lado. En mi país, la corrupción está ligada, por ejemplo, a la contratación irregular de la deuda externa, 49.000 millones de dólares, para salvar los bancos. Ocurrió en el gobierno de Macri.

–¿No es generoso con los políticos populares? En el Perú la corrupción fue notable.

– Hay corrupción pública, pero queremos visibilizar la corrupción privada. Nuestros poderes judiciales tienen como límite solo la actuación de ciertas dirigencias políticas. No la corporativa.

–¿Odebrecht fue un tipo de corrupción de empresa corporativa?

– Sí, no diferente a otras transnacionales, la diferencia es que Odebrecht era brasilera y entró en competencia con otras de América del Norte.

–En el Perú, no solo los líderes populistas sufrieron la supuesta persecución. Presidentes vinculados a la derecha: Fujimori, Alan García Toledo, PPK, ¿sintieron el rigor judicial?

– ¿Por qué habla de derecha e izquierda? Es muy simplista. En América Latina, la polarización está entre soberanía y colonialismo (…) Desde la crisis del Apra, Perú carece de un movimiento popular. Eso les llevó a un fraccionamiento político y una constitución que mezcla sistema parlamentarista con presidencialismo. Hay que elegir uno u otro, no mezclar, eso entorpece toda acción de política de gobierno. Soy partidario del sistema parlamentario. (con sistemas híbridos) El presidente no tiene poder y el Congreso lo que hace es remover mandatarios.

– El discípulo Guido Croxatto añade que todos los líderes populares, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Morales en Bolivia, que buscaron la descolonización financiera son perseguidos judicialmente.

– En el caso de Lula-dice Zafarotti- los delitos imputados eran falsos, imputado por un departamento en una playa de segunda que nunca tuvo. Igual en el caso de Cristina, no hay daño para el Estado, tiene 18 procesos más, todos darán en los mismos jueces, en la misma segunda instancia y casación.

–¿No estamos viendo la aplicación de la justicia desde una perspectiva ideológica?

– Al revés diría, lo de Rafael Correa es otro invento total. A él se le acusa de coautor por “influjo psíquico”.

– Croxatto: La sentencia de Moro en Brasil dice: “condeno sin pruebas, pero sin dudas”. Luego ese juez fue designado ministro de Bolsonaro, en una abierta falta de imparcialidad. Macri hasta ahora no pisa un juzgado, la jueza que lo procesa tiene un contrato con el gobierno de la ciudad, principal opositor a Cristina Fernández, la falta de imparcialidad existe, pero está en contra de los líderes populares.

–Bajo la lógica que usted plantea el Poder Judicial peruano persigue a Pedro Castillo?

– No sé, me da la impresión que lo que está del otro lado es el Congreso. Es otro tipo de conflicto.

–Castillo es un líder populista y avalado por Morales, Lula, Petro, Fernández y los personajes que mencionaron.

– Y por qué, cuando la corrupción la cometen líderes de derecha, no hay juicios tan mediáticos y largos. En el mundo, hay una presión de las empresas trasnacionales. Hace 30 años el capitalismo productivo es sometido por el aparato financiero, eso genera una inestabilidad preocupante.

–Usted integró la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En el Perú hay una grave afectación a los derechos humanos con más de 50 muertos. ¿La presidenta actual Dina Boluarte será juzgada por delitos de lesa humanidad?

– A la larga sí…

– Pero también al exmagistrado le preocupa que las movilizaciones salen en forma inorgánica sin líderes. "Ahí se te filtra cualquier loco o como táctica te infiltran y ahí pasa cualquier cosa", señala.

–Pareciera ser que la democracia no tuviese con otro mecanismo que responder que con la represión.

– Tenemos varias violencias y esta es fruto de la agresión colonial. Se debe replantear la relación con el norte, EEUU.

–¿A los norteamericanos les interesa Latinoamérica, somos su patio trasero?

– Cuidado con sus corporaciones. Hay cierta injerencia, no oficial, a través de servicios de inteligencia. EEUU, está preocupado por las relaciones de Latinoamérica con China.

–Con este concepto de descolonización financiera propone que el Estado maneje la explotación de recursos, esos modelos fracasaron, el estado empresario es ineficiente.

– En Argentina hemos tenido como ministro de Hidrocarburos a un gerente de Shell, y las privatizaciones fueron ineficientes. Desvalijaron Aerolíneas Argentinas YPF y dejaron pasivos enormes.

–Estuvo hasta el año pasado en la Corte Interamericana de DDH, ¿vieron el caso de Pedro Castillo?

– No, le explico el sistema interamericano de Derechos Humanos, es muy frágil, lo deseable es que funcione como el europeo, ahí la presunta víctima denuncia directamente ante el tribunal. En el americano, el primero va a la comisión y el proceso puede durar 10 diez años, solo cuando el caso es contencioso lo deriva a la Corte, la comisión tiene 1.500 denuncias por año, la corte emite 30 fallos, tiene siete jueces, no tienen sueldo de la OEA, su presupuesto lo sostiene la cooperación nórdica escandinava.