Hay tregua pero manifestantes controlan puntos estratégicos del país
Riesgo. La protesta social bajó en intensidad, se oficializaron treguas hasta enero, pero sigue tomada planta de TGP y cerrados en algunos tramos del Corredor Minero.
Después de casi dos semanas de convulsión social, la paz llega a las regiones del sur. En Arequipa hay una tregua tácita por lo menos hasta que terminen las fiestas de fin de año.
Puno y Cusco acordaron con la mayoría de sus provincias suspender la huelga indefinida. Eso se tradujo, en el caso de la región altiplánica, carreteras liberadas. En Cusco, la mayoría de provincias acordó suspender las medidas de fuerza.
Firmaron el pronunciamiento la Asamblea Regional de Jóvenes, la Junta de Usuarios de Agua, la Federación Universitaria Cusco, la Federación Agraria Revolucionaria Tupac Amaru, el Sutep, la Federación Departamental de Campesinos Cusco, la Federación Departamental de Trabajadores Cusco, entre otras.
En Juliaca dieron tregua hasta el 04 de enero y en Puno aún no la oficializan.
La Convención y Chumbivilcas son las únicas que se mantienen en pie de guerra. Ambas provincias son clave para el desarrollo económico del país. En la primera, se extrae el gas de Camisea, fundamental para satisfacer la demanda energética del país. Y por Chumbivilcas circula el Corredor Minero del Sur por donde sale casi la tercera parte del cobre que exporta Perú.
La Convención tiene en el centro poblado de Kepashiato una planta de compresión de gas tomada. Más de 200 manifestantes arriesgan su vida y la generación eléctrica del 40% del país. Amenazan con cerrar la válvula o hacer explotar la planta.
Según el especialista Carlos Alberto Gordillo Andía, la planta de Kepashiato (Cigakiato) es clave para el abastecimiento de energía eléctrica, puesto que desde ahí se bombea y aumenta la presión del gas que viene desde los pozos gasíferos. Este equipo es fundamental para impulsar el gas a la costa peruana.
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Según Rómulo Ramos, secretario general de la Federación Campesina de La Convención, pese a acuerdos de tregua regional, los manifestantes no se retirarán de instalaciones. Según el dirigente, es la única manera de ser escuchados, por lo que no saldrán.
“Nosotros no nos vamos, pasaremos Navidad en la planta. Si nosotros salimos no nos van a dejar entrar otra vez. Si no hubiéramos tomado Cigakiato, nadie estaría preocupado y no voltearían a vernos” dijo, Wilbert Sánchez, dirigente de Kepashiato.
Los bloqueos en el Corredor Minero persisten. Fuentes cercanas a la empresa minera Las Bambas, señalan que desde el 28 de octubre no pueden sacar el mineral. Los manifestantes exigen cierre del Congreso, adelanto de elecciones en breve plazo y renuncia de Dina Boluarte.
Amenazas activan alerta de riesgo
En Kepashiato las amenazas de los protestantes también apuntan a prenderle fuego a las instalaciones pese a que esta podría explotar y arrasar incluso con comunidades aledañas. En Chumbivilcas hay una amenaza para atacar instalaciones de Las Bambas.