Puno: padre denuncia que su hijo murió tras ser dopado en local nocturno de Juliaca
El joven salió a divertirse junto a su hermano y un amigo sin presagiar lo que les sucedería. Después de varios días, su padre lo encontró sin vida en la morgue del hospital Carlos Monge Medrano.
Una salida para divertirse terminó en tragedia. Wilfredo Condori denunció que su hijo murió tras ser dopado en un local nocturno de la ciudad de Juliaca, en la región Puno. Contó que este se encontraba acompañado de su hermano y un amigo aquella noche.
El padre, en declaraciones para Fama TV, indicó que dos de sus hijos fueron dopados al interior de un establecimiento nocturno. A causa de ello, uno perdió la vida. Se trata de Johel Condori Mendoza (28), quien estuvo desaparecido por varios días y habría sido abandonado cerca a la salida a Arequipa por sus victimarios. Al progenitor le informaron que su hijo llegó con vida al hospital, pero luego falleció. La necropsia indica que murió por intoxicación e hipotermia.
Se sabe que personal de seguridad ciudadana lo recogió y trasladó al hospital Carlos Monge Medrano. Y a su hermano menor identificado como Yuliño Condori Mendoza (25), quien fue encontrado por otra parte de la ciudad, lo llevaron hasta su domicilio, donde fue recibido por su hermana menor. Esto ocurrió la mañana del martes 16 de agosto.
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A raíz de ello, se enteró de lo sucedido y comenzó con la búsqueda de su hijo mayor. El día viernes se enteró que Johel estaba muerto y que su cuerpo permanecía en la morgue del hospital.
Los jóvenes habrían visitado locales nocturnos cercanos a la plaza Bolognesi. Yuliño Condori contó que intentó sacar a su hermano de un establecimiento, pero no lo logró debido a que una mujer lo detuvo. Señaló que pensó que le quería robar su dinero y no recuerda más hasta que el serenazgo lo dejó en su vivienda.
El joven que falleció deja a una pequeña niña. El padre señala que trabajaba en Moquegua y que era el sostén de su familia.
Protesta
Asimismo, manifestó que el día sábado hicieron una protesta en la puerta de la municipalidad para exigir que se cierren todas las cantinas. Posteriormente, llevaron el cuerpo al panteón para enterrarlo. El padre exige justicia. “Para que no sigan matando a los jóvenes que estos lugares se cierren”, reclamó angustiado.