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Sociedad

Mujer es devota de la Cruz de Motupe desde hace 70 años

Lidia López carga una réplica de la cruz que ella misma hizo y comenta cómo ha practicado su fe hacia el sagrado madero desde que tiene 5 años.

Lidia López es devota de la Cruz de Motupe desde hace 70 años. Foto: Rosa Quincho/URPI-LR Norte
Lidia López es devota de la Cruz de Motupe desde hace 70 años. Foto: Rosa Quincho/URPI-LR Norte

Con información de Rosa Quincho/URPI-LR

El mejor recuerdo que Lidia López tiene de su infancia es cuando su madre la llevó a conocer la Santísima Cruz de Motupe. Desde entonces, lleva 70 años siendo devota del sagrado madero y este 5 de agosto, fecha central de la celebración, peregrinó desde Lima hacia el distrito motupano (Lambayeque) como muestra de su fe.

“Tengo 75 años y desde los 5, que ya tuve uso de razón, soy devota de la Cruz de Motupe. Desde entonces no ha pasado un 5 de agosto en que no la haya visitado y presentado mi agradecimiento y devoción”, comenta en voz alta y alegre para La República.

Lidia no miente. Indica que, durante los dos años que no se celebró de forma presencial la festividad religiosa, por la pandemia de COVID-19, ella acudió a la iglesia San Francisco, en Lima, donde se encuentra una réplica de la cruz.

Allí, aunque el templo estaba cerrado, ella pasó toda la noche arrodillada y agradeciendo a Dios. “Yo le pedía a mi crucecita, le decía la puerta estará cerrada, pero mi corazón está lleno de alegría de ti y sé que tú estás aquí conmigo”, recuerda.

devota de la Cruz de Motupe

Lidia López muestra orgullosa la réplica de la Cruz de Motupe que ella misma hizo. Foto: Rosa Quincho-URPI/LR-Norte

Además, el año pasado, cuando presentaba problemas de salud, visitó presencialmente al sagrado madero y le prometió que, si la ayudaba a seguir con vida, ella peregrinaría desde Lima hasta Lambayeque para celebrar en su día central.

Y así lo hizo. Este 2022, que se celebran 154 años del hallazgo de la Cruz de Motupe, llegó a Lambayeque cargando un pequeño madero. Una réplica que ella misma confeccionó y que guarda consigo desde hace varios años.

La cruz que hizo podría ser igual a las muchas otras vendidas por los comerciantes; sin embargo, además de llevar bordado su nombre, “Lidia LB”, esta réplica reposa sobre un cubo de madera que tiene grabado, con flores de metal, el número 5.

Esa misma cifra se encuentra en el polo deportivo del club Alianza Lima que viste y, mientras da una vuelta para mostrarlo, dice “El 5, para mí, vale mucho, es el latido de mi corazón”, explica.

Todo ello porque el 5 de agosto es el día central de la Santísima Cruz de Motupe y, coincidentemente, en esa misma fecha nacieron su hijo y nieto. “No puedo pedir más, mi cruz me ha dado solo cosas buenas”, expresa con alegría y baila con sus manos elevadas al cielo.