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Sociedad

Apurímac: comuneros de Fuerabamba recibieron millonarias indemnizaciones de Las Bambas

El titular de la PCM, Aníbal Torres, confirmó que el alcalde de Chalhuahuacho, Porfirio Gutiérrez, recibió 2 600 000 soles de indemnización. A Edison Vargas, presidente de la comunidad, le dieron un millón y medio de soles, según documentos.

Apurímac. Presidente de Fuerabamba, Edison Vargas; prirmer ministro, Aníbal Torres; y el alcalde de Chalhuahuacho, Porfirio Gutiérrez. Foto: Composición La República
Apurímac. Presidente de Fuerabamba, Edison Vargas; prirmer ministro, Aníbal Torres; y el alcalde de Chalhuahuacho, Porfirio Gutiérrez. Foto: Composición La República

Cuando Xstrata Cooper ganó la licitación internacional en 2004 para explotar Las Bambas, uno de sus compromisos fue reubicar a Fuerabamba. Dicha comunidad estaba asentada en los depósitos del mineral. Era propietaria de 4.700 hectáreas de la concesión.

La inversión en el proyecto ascendía a 4.200 millones de dólares; de esa cantidad, entre el 5% y el 7% se destinó a la compra de tierras para construir la mina; eso comprendía los terrenos de Fuerabamba.

MMG Las Bambas confirmó a La República que los más de 470 comuneros recibieron entre 1 200 000 soles y 1 600 000 soles en diversos bonos. En cambio, los comuneros sostienen que la indemnización fue ínfima.

Claudio Cáceres, gerente de Asuntos Legales de Las Bambas, confirmó que se invirtió más de 700 millones de soles en ellos.

Según el acuerdo de reasentamiento, el actual presidente de Fuerabamba recibió más de 1 millón 500 mil soles. “Esos documentos fueron fabricados y los hace circular la empresa para decir que solo queremos plata. Es falso y voy a demandarlos para que demuestren si me dieron ese dinero. Solo nos dieron unos montos por nuestras casitas y corrales que dejamos”, contestó.

El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, se pronunció sobre estos pagos en Espinar. “Parece que los propietarios de la zona vendieron sus lotes de terreno a la mina. Por ejemplo, el alcalde de Chalhuahuacho (en alusión a Porfirio Gutiérrez), que es comunero de la zona, recibió más de 2 millones 600 mil soles; además, recibió casa. Todos recibieron dinero, además casa”, sostuvo.

Gutiérrez es comunero y recientemente pidió la renuncia del presidente de la República, Pedro Castillo, por no solucionar el conflicto.

La veracidad de los documentos presentados no fue confirmada, pero tampoco ha sido negada por la compañía cuando La República hizo la consulta.

Sin embargo, un exdirectivo de gestiones anteriores reveló pagos indemnizatorios millonarios por estas tierras. A todos no se les pagó por igual, a unos más de un millón de soles. El monto mínimo no descendía de 500.000 soles. Dependía de la extensión del área que poseía cada familia.

Los comuneros entregaron sus tierras en el 2011 a Xstrata para reubicarse en Nueva Fuerabamba, una urbanización a 10 minutos del distrito de Chalhuahuacho, Apurímac.

En dicho lugar, la minera construyó viviendas de tres pisos con agua, luz y alcantarillado, posta de salud, un centro educativo politécnico, centro de capacitación comunal, plaza de armas, plaza de toros, pista para carrera de caballos, estadio de fútbol, mercado, camal, entre otros.

¿Por qué los comuneros no quieren vivir aquí? Ellos aseguran que tienen pleitos con comunidades vecinas que les invadieron y destruyeron su cementerio y área de chuños. Además, consideran que la minera ha incumplido más de 100 compromisos. Por ello quieren recuperar sus terrenos.

Los bonos

Según los documentos a los que accedió La República, Fuerabamba entregó 4.700 hectáreas para la construcción del complejo minero. Fue un contrato de permuta celebrado en 2011. A cambio, la compañía debía devolverles 8.700 hectáreas, casi el doble para compensar el valor de la tierra. Un predio con riqueza mineral vale más que un terreno simple.

Les compraron cinco predios. Ahí reunieron lo equivalente a 4.200 hectáreas. La diferencia se canceló con dinero. También hubo indemnizaciones por casas, corrales, cercos y despensas que dejarían.

La minera entregó otro bono por las molestias causadas; los trabajos arrancaron cuando la comunidad vivía en el yacimiento. Este monto fue uno de los más altos. Al presidente de la comunidad, por ejemplo, le dieron 500.000 soles. Hay otros abonos más, pero uno jugoso asciende a 400.000 soles: la mitad se pagó cuando se trasladaron (en el 2014) a Nueva Fuerabamba y la diferencia al inicio de las actividades de explotación.

Convenio firmado con Vargas

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Según este documento, donde aparece la firma y huella digital de Vargas, este recibió más de un millón y medio de soles para ceder sus tierras.

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