Yanin Reyes, la mujer de ciencia que se guía por su corazón
Apasionada. Gracias a la investigación, Yanin ayuda a personas vulnerables. Su vida ha estado relacionada a la medicina y el trabajo social, lo que le ha permitido ganar premios internacionales.
La promesa que le hizo a su madre antes de morir fue lo que guio a Yanin Reyes Bermúdez (34) hacia su destino: ayudar a los demás. “Yo solo estoy cumpliendo lo que ella me hizo jurar un día”, recuerda con nostalgia.
Estudió Mercadotecnia en la Universidad de Guadalajara, México, pero actualmente está ligada a la investigación y al trabajo social. “Toda persona ligada a esta área tiene que salir en este tipo de desastres. Somos ese sector de la población que tiene herramientas y la capacidad de poder crear equipos que ayuden a los demás”, señala.
Pero su vida no siempre estuvo asociada a la ciencia. Tras la muerte de su madre, Yanin decidió estudiar una carrera “divertida”. Es así como elige la profesión de Mercadotecnia y motivada por un grupo de intercambio viajó a México en el 2010. Tiempo después, ya en el Perú, trabajó en una corporación de entretenimiento donde conoció a ídolos de la salsa, género musical del cual es amante y fiel seguidora.
Yanin Reyes en México
El inicio de su labor social se remonta a agosto del 2007, tras el terremoto de Pisco, en Ica. A través de personas que conoció en su actividad laboral, reunió cientos de donativos que luego fue entregando a los damnificados. Al darse cuenta de que le gustaba ayudar, ingresó a una ONG para apoyar a poblaciones vulnerables del país.
Mujer de ciencia
Pronto encontraría en la investigación un nuevo pasatiempo. “Dejé de tener hobbies porque me entusiasmé con la ciencia”, comenta. Entonces cambió el surf, la pintura y el piano por los libros de ciencia, los laboratorios y los estudios.
Hoy cuenta con varios conocimientos en diferentes áreas como política, química e ingeniería. Dicho aprendizaje le permitió en el 2021 desarrollar un equipo de oxigenoterapia de alto flujo que salvó cientos de vidas en el Hospital Militar y el Hospital Dos de Mayo. Es así como volvió a acercarse a la carrera que una vez dijo que estudiaría: Medicina. “La vida me llevó por otro lado y ahora vengo salvando a personas”, menciona.
Durante la primera ola de COVID-19, ganó junto con el equipo mexicano la licencia de los ventiladores mecánicos de bajo costo que otorgaba la NASA, la cual pidió traer al Perú. “La burocracia impidió que concluya esa misión”, cuenta Yanin.
Su determinación y pasión en todo lo que hace también la llevó a convertirse en la única peruana en la lista de ganadoras del concurso 25 Mujeres en la Ciencia Latinoamérica 2022. “Mi familia me dijo que no se podía, pero mírame dónde estoy ahora”, dice risueña.
Seguridad alimentaria
Actualmente trabaja en un kit de emergencia alimentaria para ollas comunes. Un proyecto que nació de ella y su preocupación por las madres solteras que se vieron afectadas por la pandemia. Si bien ya tiene buena aceptación de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el Ejército del Perú y un organismo internacional, encuentra algunas trabas en el Estado. “Yo voy a terminar el proyecto, como sea”, asegura con determinación, mientras espera su nominación al premio mundial de Seguridad Alimentaria.
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Su paso por este rubro tampoco ha sido sencillo. Según cuenta, no existe una igualdad de género. “Hay un montón de trabas. Molesta que no te quieran escuchar y veas a tanto macho”, comenta. Es por ello que a las futuras generaciones de investigadoras recomienda “pelear por lo que uno quiere”.
Además de la ciencia, Yanin comparte su tiempo con su hijo de casi cuatro años, quien la “llena de paz y tranquilidad”.
Decidida, apasionada con la ciencia y positiva con la vida, así es Yanin. Una mujer que ayuda a quienes más lo necesitan y sigue lo que le dice su corazón.
Datos
Proyecto piloto. El kit de emergencia alimentaria también sería utilizado en caso de desastres.
Contra la COVID-19. El equipo que creó permite que la saturación del paciente se eleve en segundos. En total desarrolló tres dispositivos.
“Soy una Elon Musk peruana visionaria y futurista, y espero no morir como Tesla (ja, ja, ja). Mi pasión es grande”.