La otra cara de la galería Nicolini: edificio será demolido y propietarios presentan nueva construcción

Con los vidrios rotos, costales que fingen ser paredes y basura alrededor, así luce la galería Nicolini desde que se quemó hace casi cinco años. El tiempo ha pasado y, pese a la insistencia de un grupo de comerciantes, la edificación continúa de pie y sigue siendo cómplice de la informalidad y delincuencia en esa zona del Cercado de Lima.

El 22 de junio del 2017, el fuego se apoderó de la galería de cinco pisos y dejó como saldo la muerte de dos jóvenes, quienes trabajaban en precariedad y eran explotados por sus empleadores que solían dejarlos encerrados durante la jornada laboral. Por la temperatura y magnitud del fuego, los bomberos no pudieron ingresar a rescatarlos y recién seis días después recuperaron los cuerpos.

Este hecho, uno de los más graves de los últimos años y por el que se sentenció a 35 años de cárcel al responsable de dichas muertes, marcó la galería, ya que se convirtió en sinónimo de informalidad e inseguridad. Sin embargo, los propietarios del inmueble quieren darle un revés a esta imagen y consideran que lo lograrán con la demolición del mismo.

Justamente este lunes 14 de marzo, la Municipalidad de Lima y empresarios de las galerías confirmaron la destrucción del edificio Nicolini. Al respecto, el regidor Ian Guimaray Vidal celebró la noticia y dijo que es una realidad gracias al consenso del 100% de los propietarios y arrendatarios.

“Siempre se ha buscado que el edificio sea demolido, pero el gran problema era que, inicialmente, no todos estaban de acuerdo. (…) Estamos ante un precedente histórico en lo que es gestión municipal, porque vamos a poder demoler el único edificio que representa un trofeo a la informalidad en Lima Metropolitana y mucha tristeza por los jóvenes fallecidos”, explicó la autoridad a este diario.

Una posición similar mostró el propietario del sótano, Juan Manuel Polar Chririnos, quien aseguró que este nuevo inicio brindará más oportunidades de trabajo y dará un valor agregado a Las Malvinas.

Según detalló, algunos empresarios, en un inicio, estaban en contra de la demolición porque optaban por reforzar las paredes. No obstante, el otro grupo quería tumbarlo por completo para empezar un proyecto ambicioso y muy parecido a los centros comerciales que actualmente abundan en la ciudad.

Los últimos se amparaban en una pericia que realizó el Colegio de Ingenieros y la cual aseguraba que el edificio era un peligro para los ciudadanos de la zona. A continuación, algunos puntos que se precisan en el documento:

• Respecto a la resistencia y ductilidad, se ha detectado que las columnas no son capaces de proporcionar la resistencia necesaria para soportar las cargas impuestas bajo consideraciones sísmicas
• Los resultados obtenidos del análisis muestran que la estructura no posee la rigidez lateral suficiente para garantizar un control adecuado de las distorsiones de entrepiso
• Al haber sido sometida a un siniestro (incendio), las losas correspondientes al bloque B en el tercero, cuarto y quinto piso han sufrido grandes deformaciones y con ello se presume una pérdida importante de su resistencia y ductilidad
• Por esas razones, se recomienda la demolición integral de la estructura y su reposición con una estructura nueva acorde a las exigencias normativas vigentes.

Juan Manuel Polar Chririnos recordó que la edificación que tiene 5.000 metros por piso se había convertido en un espacio albergado por delincuentes y personas de mal vivir de la zona. “El edificio solo estaba cubierto con una malla raschel que se podía sacar con la mano. La gente se metía al primer piso y en cualquier momento también se podía dar un incendio”, detalló.

El Hospital II Ramón Castilla, que está al lado, también se había visto perjudicado por la estructura. “El concreto estaba al aire libre y por el viento se liberaban unas partículas que tenían toxinas, las cuales caían sobre el nosocomio. Hasta hemos hecho un estudio de los vientos”, añadió.

Una nueva imagen

El empresario recalcó el apoyo de la Municipalidad de Lima y consideró que su papel ha sido fundamental a la hora de sensibilizar al resto de comerciantes.

La demolición demorará un par de meses, ya que se tiene que tener en cuenta los horarios, ver por dónde se sacará el desmonte, entre otros puntos.

Pero, una vez que se concrete, empezará la construcción de un nuevo edificio, el cual tendrá una fachada moderna, patio de comidas, estacionamiento, áreas verdes, locales ferreteros, escaleras eléctricas, depósitos, cancha deportiva, salas de reuniones, auditorio e, incluso, oficinas y espacios para talleres.

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