Sociedad

La otra realidad silenciada: desigualdad de género en labores de cuidado no remunerado

Las mujeres, en su mayoría, son las que se encargan de las labores domésticas y del cuidado de todo aquel que requiera algún tipo de atención. Esta labor no es reconocida por la mayoría de la ciudadanía y mucho menos es remunerada, pese a que en ocasiones pueden pasar toda su vida a disposición del hogar.

Las labores de cuidado no remunerado deben de ser tareas compartidas; sin embargo, son las mujeres quienes principalmente se dedican a ello. Foto: Oxfam
Las labores de cuidado no remunerado deben de ser tareas compartidas; sin embargo, son las mujeres quienes principalmente se dedican a ello. Foto: Oxfam

Este martes 8 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. A pesar de que cuando se habla de trabajo se suele pensar en oficios y profesiones, las labores de cuidado, aunque no sean remuneradas, son cruciales para la sociedad.

Si bien desde el hogar también se lucha y se puede ejercer un cambio al orden patriarcal al momento de la crianza, el que algunas mujeres no tengan opción para decidir si esto es lo que quieren para ellas o si les gustaría dedicarse a otras labores es lo que se denuncia.

Así, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe señala que en estos dos años de pandemia las desigualdades de género se han acentuado. Las mujeres disminuyeron su participación en el mercado laboral debido a la cuarentena y al trabajo desde el hogar que se impuso en la mayoría de compañías.

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)

Además, hubo una sobrecarga del trabajo de cuidado no remunerado. Es decir, la atención a niños, niñas, adolescentes, adultos mayores y, en general, cualquier persona que requiriera algún tipo de atención física o emocional. Las labores domésticas también recayeron en las mujeres, quienes se vieron explotadas por los mandatos sociales de género.

Una encuesta realizada por el Centro de la mujer peruana Flora Tristán y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) revela que en el 82% de los hogares en el país, son las mujeres quienes asumen la mayor parte de las labores domésticas. En la zona norte del Perú, esta proporción llega al 85% de hogares. Esto significa que de cada 10 hogares, ocho dependen de las mujeres para tareas del hogar.

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)

Se notificó también que las mujeres destinan el doble de horas a la semana en acciones como lavar, cocinar y limpiar (23,3 horas para las mujeres vs. 12,3 horas para los hombres), cuidar a otras personas del hogar (19,9 horas para las mujeres vs. 8,5 horas para los hombres) y acompañar a la niñez en sus clases virtuales (9,4 horas para las mujeres vs. 4,8 horas para los hombres).

La desigualdad de género se evidencian más en zonas rurales del Perú. Son sus hogares también en los que se presentó mayor carga de personas que requieren cuidados: 11% más que en zonas urbanas.

Esta sobrecarga de cuidados no remunerados y muchas veces no reconocidos no solo afecta en la reducción del tiempo libre de las mujeres, sino en sus proyectos de vida: 10% de mujeres que estudiaban antes de la pandemia dejaron de estudiar a diferencia de sus pares varones (3%).

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)

El informe del IEP y Flora Tristán llama a que el Estado garantice el cuidado como un derecho, en el marco de la construcción del Sistema Nacional de Cuidados, que aún no se ha podido implementar. “Urge empezar a articular una corriente ciudadana que discuta el contenido y alcance del anunciado Sistema Nacional de Cuidados (SNC) para brindar servicios públicos y universales dirigidos a las personas que cuidan y a quienes requieren cuidados”, sostienen.

Asimismo, añaden que se debe educar a la niñez para que desde pequeños tengan en cuenta que las labores de cuidado no son exclusivas de las mujeres, sino que deben de ser compartidas. “Necesitamos una educación que socialice esquemas de corresponsabilidad desde las infancias para que la nueva ciudadanía combata todo estereotipo que justifique la sobrecarga de cuidados de las mujeres en imágenes de abnegación y entrega, tan funcionales al patriarcado”, resaltan.

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)

Fuente: Flora Tristán/IEP, 2021 | Elaboración Propia (SO, MB)