Cocaleros dan tregua a transportistas varados en la Interoceánica
En la noche. A las ocho de la noche, vehículos de carga comenzaron a circular hasta las tres de la madrugada. Luego huelguistas volvieron a bloquear vía. Ayer fue día violento.
La huelga de cocaleros se agravó en su octavo día. Hubo enfrentamientos en los dos puentes del distrito de Inambari (Madre de Dios). Ambas vías comunican a la región selvática con Cusco y Puno. En esos puntos se encuentran apostados los huelguistas.
La protesta contra la erradicación de la hoja de coca comenzó el 12 de octubre en Puno. Los productores se trasladaron a Inambari desde la localidad de Loromayo.
El último martes, en uno de esos enfrentamientos, una piedra impactó en el rostro de Pilar Poblete Palomino de 34 años, enfermera cusqueña que se dirigía a Madre de Dios por trabajo. La víctima perdió el ojo derecho.
Ella contó que estuvo varada en Inambari desde el domingo junto a cientos de cusqueños que se dirigían a la región vecina. Pese al compromiso de los dirigentes de dejarlos pasar en la noche, recuerda que, un grupo de adolescentes provistos de palos y piedras les empezó a lanzar objetos. Tras el ataque retornó a Cusco, pero en el hospital regional le confirmaron que perdió el órgano. “Me han malogrado (la vida), tengo hijos; quien me a pagar, que me ayuden, que el Estado se haga responsable (de mi caso)”, declaró con impotencia.
Otro hecho penoso fue el saqueo que sufrió un vehículo del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos de Salud (Cenares) que se trasladaba a Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios. El carro transportaba medicinas, productos para combatir la anemia, equipos de protección personal y jeringas para la vacunación contra la COVID-19 valorizados en 59 mil soles.
El gobierno regional de Madre de Dios calificó de vandálicos estos actos y pidió mayor seguridad en la zona. Invocó al Ejecutivo Nacional a la instalación de una mesa de diálogo urgente.
Ayer los huelguistas y transportistas se enfrentaron a pedradas y hondas sobre el puente Inambari. La gresca que terminó con heridos de ambas partes se generó porque conductores que están varados por días insisten en continuar con su destino, mientras que los cocaleros se niegan a abrir la carretera.
En medio de la huelga, los transportistas de carga pesada y comerciantes hicieron su protesta. Lanzaron verduras sobre la carretera en distintos tramos para advertir que su mercadería se está malogrando y se corre el riesgo de dejar desabastecido a Madre de Dios.
Herbert Estremadoyro, prefecto regional de Madre de Dios, informó que las pérdidas superarían el medio millón de soles, solo en papayas y plátanos que tenían como destino mercados de Cusco y Puno.
Estremadoyro informó que luego de una reunión de emergencia dispusieron la presencia de personal de salud en los puentes de Inambari como medida de prevención de darse nuevos ataques en la zona y resultar heridos
Según el prefecto, al menos 1 600 vehículos estuvieron varados varios días entre las tres regiones. Al cierre de nuestra edición, se logró una tregua parcial para el pase de los carros que durará hasta las 4 de la mañana (de hoy). “La policía nos acaba de confirmar(ayer) que los carros, con dirección a Madre de Dios, comenzaron a pasar”, aclaró.
Bloqueo total en el corredor minero del sur en Apurímac
Otro conflicto que se agudiza es el de la región de Apurímac. Los comuneros de la provincia de Cotabambas y el distrito de Progreso (Grau), área de influencia directa del proyecto minero Las Bambas, hoy cumplen su cuarto día de huelga.
El corredor minero del sur, por donde traslada sus minerales Las Bambas, se encuentra completamente bloqueado con palos y piedras. Ayer la protesta cerró las vías de acceso de la provincia. No hay salida ni ingreso a Abancay, capital de Apurímac, ni a la región vecina de Cusco.
Héctor Alfaro, secretario de la Federación Campesina del distrito de Mara, indicó que el acuerdo es que esperarán la presencia del presidente de la República, Pedro Castillo, para retomar el diálogo. De lo contrario, la medida podría radicalizarse aún más.