El 45% de hogares venezolanos en Perú sufrió discriminación, según estudio
Además, el 77% de las familias migrantes de esta nacionalidad vive en condición de hacinamiento, situación que perjudica sobre todo a niñas y adolescentes.
En medio de la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia del coronavirus, Perú es uno de los territorios que tiene la mayor cantidad de migrantes y refugiados provenientes de Venezuela, quienes día a día luchan contra la discriminación y xenofobia.
De acuerdo a un estudio de la ONG Plan International y sus socios COPEME y Terranueva, el 45% de hogares venezolanos que se encuentran en Perú han sufrido discriminación. El 47.6% son mujeres y el 40.7% son hombres.
Además, la investigación confirma que miles de ellos viven en condiciones paupérrimas, hacinados y sin posibilidad de acceder a servicios de salud y educación.
En el 2020, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que 4 millones de personas se habían desplazado desde Venezuela. Recientemente, la plataforma de Respuesta a Venezolanos especificó que 1.4 millones de ciudadanos de esta nacionalidad se encuentra en Perú.
“Por Tumbes, cada día ingresan muchas personas, a ellos se les están vulnerando sus derechos básicos debido a políticas migratorias que son cada vez más restrictivas e impiden a la mayoría poder regularizar su condición”, explicó Veronique Henry, directora de la ONG Plan International.
La situación de niñas y niños migrantes
Según el informe realizado por la misma ONG, el 77% de los hogares venezolanos en Perú viven en condición de hacinamiento, situación que perjudica sobre todo a niñas y adolescentes.
“En medio de esta pandemia, la salud, como derecho básico, es uno de los más afectados, pero a esto se le suma el deterioro de las condiciones de vida, que afecta especialmente a niñas, niños y adolescentes migrantes venezolanos. Derechos como vivir con sus familias y desarrollarse libres de violencia se han visto altamente vulnerados”, agregó Henry.
Además, se resalta que las niñas y adolescentes migrantes venezolanas sufren una triple discriminación: por su género, por su edad y por su nacionalidad. Esta realidad las puede llevar a ser víctimas de la trata de personas o explotación sexual.