Sociedad

COVID-19: jóvenes sufren secuelas tras varios meses de superar la enfermedad

Dos mujeres menores de 30 años y un hombre de 37 contaron que padecen de diversos síntomas, como dolor de cabeza, dificultad para respirar y hasta problemas para utilizar sus dedos.

Especialista recomienda a todas las personas cuidarse del contagio sin importar la edad. Foto: La República
Especialista recomienda a todas las personas cuidarse del contagio sin importar la edad. Foto: La República

A más de un año de reportados los primeros casos de SARS-CoV-2 en el mundo, los efectos del virus en el organismo aún son materia de investigación. Cada vez son más los casos de personas que tras superar la infección, siguen presentando problemas de salud.

Ese es el caso de Solange Ordoñez (27), una joven periodista que hace más de ocho meses recibió el alta tras ser diagnosticada con COVID-19. Sin embargo, a pesar del tiempo, todavía persisten algunos síntomas.

En declaraciones a Panorama, la mujer asegura que siente constante dolor de cabeza, dolor de espalda, problemas estomacales y agitación cuando camina rápido.

“Tengo bastante frustración porque soy una persona relativamente joven para que me duela la espalda tal y como me duele ahora, cuando me siento y me levanto es como si se se rompiera la espalda, y llego a llorar cuando me duele la cabeza”, comenta Ordoñez al citado programa.

Asimismo, Punto Final también entrevistó a dos pacientes que estuvieron en UCI a causa de la COVID-19 hace varios meses atrás, pero que aún no pueden realizar sus actividades con normalidad por las secuelas que les dejó la enfermedad.

Pedro Marcelo Aronez (37) antes trabajaba en construcción civil y ahora no lo puede hacer, ya que padece de cansancio, problemas de respiración y a veces no puede conciliar el sueño.

Por su parte, María Cristina Ruiz (26) no puede utilizar tres dedos de la mano izquierda y dos del pie derecho debido a que el mal afectó su sistema nervioso central periférico. Ella también sufrió la caída de cabello y pérdida de la memoria de corto plazo.

Al respecto, la infectóloga Camille Webb indicó en declaraciones a La República que este tipo de casos aún se investigan porque la COVID-19 es una enfermedad nueva y de la que se conoce muy poco.

Explicó que hay personas que al presentar afección severa, algunos de sus órganos son afectados y que, tras ser dados de alta, es común que dichas partes de su cuerpo presenten secuelas.

No obstante, en los pacientes que presentan una enfermedad leve es mucho más difícil saber cuál es el origen orgánico de dichos síntomas que persisten en el tiempo.

Webb señaló que en el mundo hay algunos estudios que ya abordan sobre las molestias en pacientes aparentemente recuperados de la COVID-19, pero no hay conclusiones definitivas. En el caso del Perú, se sabe que también hay grupos que investigan sobre el asunto.

La infectóloga sostiene que definir a los síntomas post-COVID-19 es “complejo” y que por ello se “requiere de una evaluación cuidadosa y exámenes”.

Tampoco se sabe cuánto tiempo es que duran estos síntomas, ya que varían de acuerdo a varios factores, como por ejemplo, si la persona desarrolló enfermedad grave o no.

Asimismo, comentó que las personas que presentan el llamado ‘long COVID’ se agrupan de acuerdo a los síntomas que presentan y así comparten experiencias entre sí.

Ante un contexto de incertidumbre sobre los verdaderos efectos que la enfermedad causa en el organismo, Webb asegura que una reflexión es que todas las personas debemos seguir cuidándonos del contagio sin importar la edad y que aquellos que padecen de estas secuelas deben tener paciencia y acudir a un especialista.