Jóvenes internados en UCI por COVID-19 cuentan sus testimonios
Pacientes con la COVID-19, menores de 30 años, relatan sus experiencias y piden tomar conciencia sobre los riesgos de exponerse al virus.
El 12 de enero, EsSalud reportó que cada vez son más jóvenes los internados en unidades de cuidados intensivos (UCI) a causa de la COVID-19 en el Perú. Lo comunicado por la entidad contrastó con la creencia de que este sector etario tiene menos probabilidades de convertirse en casos graves.
Como muestra de ello, un informe de Panorama revela una serie de testimonios de personas que no pasan los 30 años y que tuvieron que ser internados por la enfermedad.
Uno de ellos, a quien en el informe llaman Carlos, relata que la falta de aire que le provocó la infección respiratoria no le permitía caminar. “Me dijeron que me iban a entubar, que me iban a dormir”, cuenta. Luego de confesar que no usaba mascarilla y jugaba partidos de fútbol en plena pandemia, agradece a los médicos por darle una segunda oportunidad.
Melany Aro Zúñiga, en tanto, sostiene que estuvo entubada desde el 30 de diciembre. “A mí me intentaron despertar dos veces, la primera vez que me lo hicieron tengo recuerdos, la segunda vez si ya lo hice de una manera más calmada. Es una sensación horrible”, indica.
Inicialmente, pensó que era gripe, pero el 26 de diciembre se descompensó y le tomaron una prueba, la cual dio positivo al nuevo coronavirus. Agrega que piensa que tomar desayuno en la calle habría originado su contagio.
Otro de los jóvenes, Giovanny Grau, de 29 años, precisa que primero sintió fiebre y luego falta de olfato y gusto. Una semana después, ya sentía la falta de oxígeno, por lo que trasladado a un hospital de emergencia.
“Lo que pasa es que por fiestas, por Navidad, sí hemos salido en grupos de trabajo, en reunirnos, entre siete y ocho personas... Ese tipo de reuniones, eso creo que ha sido (la causa del contagio)”, afirma, antes de hacer un pedido a todas las personas de su generación a acatar las normas de distanciamiento social.
Kimberly, de 23 años, cuenta aún con temor que no entiende como lo que parecía una gripe terminaría convirtiéndose en una experiencia terrible.
“Desde que entré (al hospital)... ni podía ni pararme, ni podía comer, comía echada, me dio bastante miedo... Nunca pensé estar hospitalizada por COVID-19. Yo no sufro por asma, yo no tengo ninguna enfermedad ni nada.”, detalló consternada.