Sociedad

Agentes FAP pierden la vida en helicóptero que llevaba alimentos a niños awajún

Autoridades de la Fuerza Aérea confirmaron el accidente en el ámbito del distrito de Imaza, en la provincia de Bagua, en el que murieron el piloto Luis Flores Muñoz, el copiloto Bryan Calleja Martins y los técnicos Ronal Cortez Miñope y Nicolás Estrada Orejón, además de tres civiles.

Aunque era un experimentado piloto en arriesgadas operaciones contrasubversivas y de rescate, el comandante FAP Luis Flores Muñoz estaba muy entusiasmado por participar en las acciones de traslado de alimentos del programa Qali Warma para los niños escolares de la comunidad Awajún, en la provincia de Bagua, región Amazonas, una de las zonas más inhóspitas y abandonadas del territorio nacional. El comandante sabía que no se trataba de una misión más en su carrera.

“Era una excelente persona, no solo como oficial de la Fuerza Aérea, sino también como padre y amigo. Era un profesional correcto y deportista calificado en la disciplina de Taekwon-Do”, dijo un compañero de la promoción " Coronel FAP Marco Antonio Schenone Oliva”, héroe de la Guerra del Cenepa. Ahora Flores es un héroe de la lucha contra la pandemia.

Flores piloteaba el helicóptero Mi-17 de la FAP que se estrelló cuando transportaba los alimentos a los niños de Chija, una comunidad del distrito de Imaza, provincia amazonense de Bagua. La aeronave se accidentó aproximadamente a la 1 y 15 de la tarde del martes 7 de julio.

Nacido en el distrito de Pariñas, en la provincia de Talara, Piura, el 9 de mayo último el comandante Flores cumplió 43 años de edad. Completó 24 años de servicio como piloto de la FAP.

Perfiles de Héroes

El 12 de agosto de 2013, el comandante Flores intervino en la “Operación Camaleón”, que concluyó con la muerte de los cabecillas terroristas Orlando Borda Casafranca y Martín Quispe Palomino, camaradas “Alipio” y “Gabriel” el número dos y cuatro de la organización criminal de los hermanos Quispe Palomino que operan en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).

Flores integró al componente aéreo de las Fuerzas Especiales Conjuntas (FEC). El hecho ocurrió en el centro poblado Pampas del distrito de Llochegua en la provincia ayacuchana de Huanta.

Y el 9 de agosto de 2018, el comandante Flores participó en la extracción del cuerpo del suboficial FAP Elmer Quispe Ríos, abatido durante un enfrentamiento entre las Fuerzas Especiales del Comando Conjunto y una columna terrorista en el distrito de Canayre, también en Huanta.

Además, el 31 de julio de 2019, fue parte del rescate del montañista francés Tom Francis Frederie Fereol, de 25 años, cuyo cuerpo fue hallado sin vida en el nevado de Quitaraju, en el distrito de Santa Cruz, provincia de Huaylas, en la región Áncash.

Acompañaba como copiloto al comandante Luis Flores, el capitán FAP Bryan Calleja Martins, quien el 15 de julio iba a cumplir 31 años de edad. Nacido en el distrito limeño de Jesús María, Calleja se convirtió en la Espada de Honor de su promoción en el FAP. Disciplinado y diligente, también era un romántico, como queda demostrado en las fotografías de su cuenta de Facebook.

“Mi capitán Calleja era un oficial a carta cabal, muy respetuoso y solidario con sus compañeros de armas. Era cien por ciento deportista y cada vez que salíamos de comisión, nos íbamos a pelotear”, relató un técnico de la Fuerza Aérea, cuya identidad prefirió guardar en reserva.

El capitán Calleja fue parte de varias operaciones contra el terrorismo en el VRAEM y la minería ilegal en Madre de Dios y Puno. Tuvo destacada participación en acciones de rescate durante el Fenómeno El Niño y del Niño Costero, además de comisiones con el jefe de Estado.

Por el Día del Padre, su esposa Carla Hidalgo le escribió en su cuenta de Facebook: "Amor, Gael (su hijo) es bendecido por tenerte como papá. Con tan solo escuchar a Gael cuando llegas y decirte papá, y salta con los ojitos llenos de felicidad, ya estoy feliz de verte, me muero de emoción".

La pareja se casó el 14 de noviembre de 2015. Con la llegada de Gael, el matrimonio pasaba por un buen momento. Ella le escribió: "Gran trabajo, mi amor, sigue con tus locuras, bromas, con esa gran complicidad, los juegos y los chocolates. Y por enseñarme también a que (Gael) puede subir la escalera solo y darle seguridad, aunque a mi se me salga el corazón. Tu gran imaginación para enseñarle y sobre todo tu ejemplo".

Loable Labor

Acompañaban al comandante Flores y al capitán Calleja en la misión hacia el pueblo de Chija, los técnicos Ronal Cortez Miñope y Nicolás Estrada Orejón, con amplia experiencia en vuelo de helicóptero.

Cortez nació en el distrito de Nueva Arica, en la provincia de Chiclayo, el 13 de enero de 1972. Contaba con 48 años de edad. Estrada es nacido en Lima, el 12 de diciembre de 1978. Tenía 41 años. Coincidentemente, ambos residían en la misma urbanización San Gabino, en Santiago de Surco.

El técnico de primera FAP Ronal Cortez Miñope se desempeñaba como ingeniero de vuelo del helicóptero accidentado.”‘El Cocho', así lo llamábamos de cariño al técnico Cortez, no solo por su experiencia, sino porque tenía una paciencia para instruir a otros técnicos que recién egresaron de las escuelas de formación. Al igual que el capitán Bryan Calleja, también era pelotero”, relató un técnico superior con quien le unió la amistad.

Por otro lado, los compañeros de armas del técnico de segunda FAP Nicolás Estrada Orejón, cumplía la función de segundo mecánico de la tripulación de la nave siniestrada.

“Los aviadores nunca mueren, solo vuelan más alto”, comentó un oficial que labora en el Grupo 3 de la Fuerza Aérea del Perú.

Eran parte del vuelo tres civiles relacionados con la comunidad Awajún que coordinaban la distribución de los alimentos para los escolares de Qali Warma: Reu Wisum Piitug, natural de Bagua (Amazonas), de 21 años de edad; Sabino Shawit Najamtai, de 31 años, nacido en el distrito de El Cenepa, en la provincia de Condorcanqui (Amazonas); y Elmer Herrera Chuquimes, de Utcubamba, Bagua Grande (Amazonas, de 34 años).

Una comisión especial de la FAP investiga las razones de la caída del helicóptero Mi-17, que en 2014 recibió en la Federación Rusa una revisión completa de sus componentes.

Reconocimiento y tributo en Palacio de Gobierno

“La pérdida de un peruano acongoja a la familia y nos duele a todos”, manifestó el mandatario Martín Vizcarra al referirse a la muerte de 4 efectivos de la Fuerza Área y de 3 civiles cuando volaban en un helicóptero Mi-17, transportando alimentos para la comunidades awajún, en Amazonas.

El jefe del Estado destacó la labor de los hombres y mujeres que, como los efectivos fallecidos, arriesgan la vida en el cumplimiento de la misión que se les ha encargado para atender a las víctimas de la pandemia del nuevo coronavirus. En ese mismo momento, Vizcarra pidió un minuto de silencio por la memoria de las víctimas de la tragedia aérea.

“Para que la muerte de estos peruanos no sea en vano, nuestro compromiso es reforzar todo nuestro esfuerzo para seguir derrotando a este virus que afecta la vida, la salud y que tanto daño está haciendo a nuestro país como a todo el mundo”, indicó Vizcarra en su alocución.

Las aeronaves de las Fuerzas Armadas tienen una participación activa en el despliegue de ayuda a las comunidades afectadas.

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