Ciudadanía e identidad
“Es más importante que nuestro comportamiento esté dirigido por el concepto de ciudadanía que por el de identidad, pues esta varía con los logros sociales antes que individuales”.
Eduardo Ugarte y Chocano
Periodista
Así, como usted lee esta columna en la plataforma digital de La República, miles de estudiantes desde este lunes en todo el país, a través de la estrategia “Aprendo en casa”, nivelarán su aprendizaje de manera diferente usando internet, radio y televisión en clases no presenciales, en las que “recibirán contenidos que tengan como eje central la ciudadanía y, a partir de eso, se articularán otras competencias como Matemática, Comunicación e Historia”.
El que se considere como “como eje central la ciudadanía y, a partir de eso, se articularán otras competencias…”, me recuerda el tercer párrafo de antepasada columna: “Por la ventana veo en calles a soldados (han matado uno en Puno) y policías controlando la conducta ciudadana y entiendo la diferencia entre patriotismo y nacionalismo… El compartir y no tratar de quitar. Pienso en que es más importante la construcción de ciudadanía que de identidad, para así convivir sin fundamentalismos culturales que excluyen y con diversidad que iguala.”
PUEDES VER: La peste de nosferatu
Es que la ciudadanía es la condición que nos permite vivir en una comunidad organizada en base al cumplimiento de derechos y deberes -especialmente estos últimos que nos hacen merecedores de los primeros-, que permiten la convivencia con valores como la solidaridad, tan reclamada ahora por la pandemia, o el respeto al orden que dan las normas, cuya ausencia está llenando las comisarías.
Y si agregamos a la construcción de ciudadanía, el ejercicio consciente de la interculturalidad, contribuiremos en el desarrollo de nuestra sociedad en base a la mejora personal y de relación. Es más importante que nuestro comportamiento esté dirigido por el concepto de ciudadanía que por el de identidad, pues esta varía con los logros sociales antes que individuales.
Así, si se logra interiorizar el concepto de ciudadanía desde la escuela, el desarrollo del individuo tendrá como objetivo la igualdad frente a derechos y deberes, y un ejercicio correcto dentro de una categoría socio-política que permitirá el debate y participación en el poder y gobierno, capaz de convertir una crisis en oportunidad.