Sociedad

El coronavirus se constituyó en el centro

Por José María Rojo García. Sacerdote de la Diócesis de Lurín, Lima Sur. Miembro del Observatorio Socio Eclesial.

Coronavirus. Foto: Pixabay
Coronavirus. Foto: Pixabay

Es posible que, para muchos, China estuviera muy lejos, fuera muy desconocida y, por lo mismo, se ubique en la “periferia”. Lo cierto es que el archifamoso ‘Coronavirus’ ha colocado a este país en el centro.

Sé bien que con esta columna voy a ser aguafiestas para muchos y ojalá tenga suerte de no ser enviado a la hoguera. Digo esto porque si estalla un solo caso de muerte por el virus en la cara de la ministra de salud, Elizabeth Hinostroza Pereyra, ella y luego todos los “irresponsables” seremos condenados a muerte por no habernos tomado en serio la gravedad del susodicho.

Lo siento, pero “los viejos del lugar” recordamos bien lo de la “peste porcina” (para darle más misterio le cambiaron el nombre a Gripe AH1N1) y antes la “gripe aviar” y antes aún la de las “vacas locas”. Todas lograron ser colocadas en el centro. Y en todas hubo por abajo inconfesados intereses económicos y políticos. Principalmente los países pobres (el nuestro entre ellos) se vieron obligados a atiborrarse de los remedios necesarios “por si éramos atacados”. ¡Pobre del gobernante a quien le estallara un caso en la cara por no prevenir!

Claro, eso puede llevar a lo denunciado por nuestros emigrantes en Italia: que una mascarilla haya sido vendida a 500 euros. Sí, entonces en Perú costaba unos centavos de sol (ahora ya deben andar por los 30 soles…) ¿Quién controla eso?

Como persona y como cristiano no puedo soportar lo que está ocurriendo: se está generando un inmenso tsunami de miedo en todo el mundo. Me sitúo en nuestro país y me pregunto: ¿es que no es mucho más importante y letal el dengue que lo tenemos hace rato frente a nuestras narices? ¿es que no mueren cada año miles de niños en verano por simple diarrea y sus complicaciones? ¿es que la desnutrición y la anemia, ejes de la ministra Liliana La Rosa en el MIDIS, no son mucho más serios y permanentes entre nosotros? ¿no causan mucho más daño y muertes?

Y si nos abrimos al mundo ¿acaso no mueren entre 7 y 8 millones de personas al año por la contaminación? (Sólo en Europa llegarían a los 790.000). Y el “hambrevirus” ¿a cuántos mata? Los datos oficiales dicen que 8.500 niños mueren cada día de desnutrición. Es decir, más de 3 millones al año. China, que concentra el 99% de casos de coronavirus, registra menos de 1,400 muertos.

¿No les parece que es totalmente desorbitado el boom mediático y el movimiento logístico generado cuando tenemos otros problemas –en nuestro país y en el mundo- que sí merecen una atención y respuestas urgentes?

Redacción La Periferia es el Centro. Escuela de Periodismo – Universidad Antonio Ruiz de Montoya.