Tacna : quebrada del diablo y la tragedia que sembró [VIDEOS]
Saldo. Cauce seco se activó después de casi un siglo y barrió con las viviendas asentadas en su recorrido. El saldo es trágico: tres muertos y más 200 casas afectadas. Los damnificados bordean los dos mil.
Liz Ferrer y Diego Guevara
“Lo único que pensábamos era salvar nuestras vidas. Para rescatar las cosas era muy tarde”, dice con resignación Leonardo Catacora Mamani (35).
Catacora vive hace 14 años en la asociación Mirador del Intiorko, en la desembocadura de la quebrada del Diablo. Es uno de los sobrevivientes del huaico que destruyó la noche del viernes su vivienda y decenas más en este asentamiento.
La masa de lodo, piedras y desmonte incrementó su caudal a las ocho de la noche. Todo provenía de la quebrada del Diablo.
Catacora salvó su vida gracias a mensajes de Whatsapp. Vecinos de las zonas más altas del cerro Intiorko le advirtieron del ingreso. Corrían las seis y media de la tarde.
Cuando iba a evacuar la zona, el caudal aún era bajo, pero aún así él y su familia salieron con lo que tenían puesto. El huaico se llevó los muros de su casa, muebles, enseres comprados con el esfuerzo de años de trabajo y sus ahorros. Ni sus mascotas se salvaron del torrente.
En la desembocadura de la quebrada del Diablo, se encuentran, además de Mirador del Intiorko, las asociaciones San Pedro y La Florida (distrito Alto de la Alianza).
Ubaldo Huayta Acozongo, presidente de San Pedro, relató que, en sus más de 50 años de residencia en Tacna, nunca había visto activa la quebrada del Diablo.
Desde niño, Huayta oyó a los adultos mayores decir que algún día este cauce traería un gran huaico y recuperaría su recorrido rellenado con desmonte para asentar casas. En realidad, el cauce cruza por la ciudad de Tacna como se aprecia en la infografía. El temido día llegó y será recordado por la destrucción y muerte que dejó en las memorias de los tacneños.
La ruta del huaico
Muerte en La Rotonda
Frente a San Pedro, cruzando la Av. Jorge Basadre, se ubica el centro comercial La Rotonda, lugar de venta de autopartes. Las familias de La Florida y San Pedro que evacuaron observaron asombradas y temerosas cómo la fuerza del agua arrastraba vehículos hacia ese lugar. Pasadas las nueve de la noche, jóvenes que ingresaron a ese centro comercial gritaron: “¡Está viva!”. Era Mary Maquera Maquera, rescatada del lodo que la había cubierto.
Después del shock, Maquera clamaba por su esposo e hijo que estaban aún atrapados en su vehículo arrastrado por el huaico. Su hija mayor la abrazaba. Se quitó su abrigo para cubrir a su madre. También pedía ayuda para su padre y hermano.
Maquera fue llevada al Hospital Regional Hipólito Unanue. Media hora después llegaron a La Rotonda rescatistas del grupo Cobra, bomberos y policías. El vehículo fue recuperado del fango a la medianoche. Raúl Huaylla Ortega (48) y Álvaro Huaylla Maquera (18), esposo e hijo de la mujer rescatada, estaban allí, pero sin vida.
Una tercera víctima fue Marlit Pizango Ushinahua (57). A ella la trasladaron desde La Florida al Unanue por un paro cardíaco sufrido durante el desastre natural.
Se contabilizaron 23 heridos por caídas, once de los cuales fueron dados de alta la madrugada de ayer.
Salvados por dique
La segunda quebrada activada fue la Karamolle en el límite de los distritos de Ciudad Nueva y Pocollay. El 2019 por ese cauce discurrió un huaico e inundó las asociaciones Nueva Barranquilla, Alto Berlín, Wari y Santa Cruz de Belén. Por ello, tomaron sus previsiones.
Desde esa vez, el alcalde del distrito, Elmer Fernández Chaparro, en coordinación con el Ministerio de Vivienda, construyó un dique en la parte alta, que contuviera el ingreso de las aguas. Así ocurrió hasta entrada la noche. Luego, el dique cedió, pero dio más tiempo a las familias de esas asociaciones para proteger sus viviendas.
En total, fueron 1 940 familias afectadas en la ciudad. El huaico que afectó a vecinos de Alto de la Alianza y el Cercado bajó por la quebrada y discurrió por la avenida Hipólito Unanue, dañó el mercado Grau y el terminal internacional. Una mezcla de lodo y agua pluvial y de desagües inundó el grifo Lobito y se dividió por la avenida Jorge Basadre y la calle Enrique Quijano. Tras inundar al agrupamiento Justo Arias Aragüez (Fonavi), descendió por la avenida Basadre hasta llegar al sector de Ciudad Perdida.
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Es un aviso
El jefe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres, Juvenal Medina, visitó ayer Tacna. Recordó la existencia de un informe del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) del 2016, que advirtió sobre la posibilidad de un desastre en las zonas aledañas a la quebrada del Diablo.
Además, recalcó que la ciudad de Tacna está ubicada en una quebrada formada en el valle del río Caplina y tiene en su territorio tributarios de caudales secos, pero que estos pueden activarse ante lluvias intensas. Planteó la reubicación de las familias que viven en la zona donde desemboca la quebrada del Diablo de forma definitiva.
Recordó la tragedia sufrida en el centro poblado de Mirave en febrero del 2019. Ese pueblo de la provincia Jorge Basadre, destruido por un huaico. “Tacna es como un Mirave, pero en grande, y hay que trabajar en prevención, pues se encuentra en riesgo”, precisó.
El ministro de Agricultura y Riego, Jorge Montenegro Chavesta, visitó la zona de la emergencia en la quebrada del Diablo. Recomendó la reubicación de las viviendas, ordenó la ayuda para los damnificados y sobrevoló la ciudad para verificar los puntos de riesgo. Estos son las quebradas de Karamolle, del Diablo y Río Seco en el distrito de Gregorio Albarracín. Anunció que hoy llegaría el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zevallos.